por Fabián Waldman.
La decisión de llevar adelante la sesión de hoy ya estaba tomada y no cambió luego de recibir el comunicado de Presidencia, aseguran cerca del despacho de la Vicepresidenta. Sostienen que llegaron al gobierno para defender las instituciones y que existe un pedido que data de un largo rato de senadores de la oposición y aliados para tratar un instrumento legal que van a defender. Para nuestra fuente, el Senado estuvo clausurado durante 2 años en el gobierno anterior y no trató temas del Ejecutivo, sino vinculados exclusivamente a la Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Luego del comunicado de Presidencia de anoche, se tensaron aún más las relaciones entre Balcarce 50 y la titular de la Cámara Alta. Desde el Gobierno sostienen que atentan contra el Pacto de Mayo y los cambios producidos por el DNU 70/2023, generando una agenda propia y tomando decisiones que podrían haberse evitado en relación a la actividad de hoy en el Senado.
La relación entre el Presidente y la Vicepresidenta fue cambiando con el correr de los 100 días. En el inicio, la propia Villarruel recorría Gobierno para elegir su despacho y lo confirmó el 14 de diciembre. Luego, su participación en las reuniones de gabinete se fue raleando. Y, finalmente, la mayor confrontación llegó luego de conocerse una frase desde Rosada el 21 de febrero: «está para tocar la campanita».
Por su parte, Victoria Villarruel tomó una agenda propia y recorrió las provincias y regimientos. La relación quedó sensibilizada luego que Milei no «respetó» su promesa de otorgarle los ministerios de Seguridad y Defensa, anunciados durante la campaña electoral.
Un horizonte hasta ahora no definido en los votos para avanzar en el rechazo al DNU. En un rincón, los cinco legisladores del Bloque Federal, que solicitaron la sesión, y 33 de Unión por la Patria que van contra la norma. La UCR dio libertad de acción a los propios, anticipando, quizás, un acompañamiento a la oposición no amigable.
Tratando de no confrontar con el Ejecutivo y su alfil José Luis Espert, un entornista de Villarruel señala que Martín Menem llamó a sesión unos días después que lo solicitara la oposición y ellos sostuvieron el Senado, cerrado para no tratar el DNU desde el 29 de diciembre pasado cuando entró al Congreso.
Para la Vicepresidenta, eso indica que la política tiene malas costumbres: trabajar sin la institucionalidad no es un problema «nuestro», dicen. Adicionalmente, las instituciones tienen reglas y hay que respetarlas, sino el día de mañana nada va a ser creíble.
Tampoco hay segundas intenciones de parte de la Vicepresidenta, afirman. Indican que si es una cuestión de interpretaciones por cualquier cosa que haga, es una conspiración es un error garrafal. Declaran que acá no hay amigos ni enemigos para llevar adelante una sesión. «Somos administradores del Senado», si no decimos una cosa en un Poder y otra diferente en otro.
La contestación para el comunicado transita otras interpretaciones desde el Senado. Para su titular, Javier dice que es Presidente y lo toma como un trabajo y ese trabajo tiene reglas. A nosotros nos pasa lo mismo: tiene reglas y hay que respetarlas, manifiestan.
Esta disputa no tiene buenos y malos, forman parte del mismo Gobierno. Los antecedentes de sus miembros no dejan lugar a dudas. Es una más de las disputas internas que aceleran las desavenencias entre los protagonistas de un gobierno que bate otro récord el día de hoy: conseguir por segunda vez en la historia que las universidades estén cerradas.
A partir de las 11 hs empezará a sonar la chicharra de la Cámara Alta y ahí se dirimirá finalmente el tema. Habrá que ver si hay segundo round en Diputados o legalmente quedará avalada la norma.