La jueza federal María Eugenia Capuchetti rechazó la recusación en su contra presentada por la querella de Cristina Fernández de Kirchner, en la causa en la que se investiga el atentado en su contra ocurrido el 1° de septiembre. El equipo legal de la Vicepresidenta anticipó que pedirán su juicio político.
La magistrada elaboró un informe de 43 páginas que concluye con el rechazo a la recusación y la elevación a la sala primera de la Cámara Federal porteña, para que sea el tribunal de apelaciones el que decida si le corresponde seguir interviniendo en la causa.
Los abogados de la querella, José Manuel Ubeira y Marcos Aldazabal, le habían recriminado el lunes a la jueza un accionar «negligente» desde «el primer día de la investigación», cuando se reseteó el teléfono del agresor, y habían reclamado que se apartara de la causa por temor de parcialidad.
Asimismo advirtieron de la parcialidad de la jueza no solo por lo expuesto sino también porque su nombre figura en el registro de visitas a la AFI durante el mandato de Cambiemos.
«La presunta parcialidad de la suscripta que fuera alegada por la querella, no vislumbra correlato alguno con datos objetivos de la pesquisa, que permitan fundar la posible existencia de un temor de parcialidad de esta jueza», sostuvo la magistrada en la resolución.
Las diferencias entre Capuchetti y la querella surgieron a partir de la línea de investigación vinculada al diputado nacional de Juntos por el Cambio Gerardo Milman, a quien un testigo dijo haberlo escuchado en un bar hacer referencias al atentado contra la Vicepresidenta dos días antes de que ocurriera.
La querella siempre cuestionó el hecho de que la jueza se negara a secuestrar los teléfonos celulares de las dos asesoras que acompañaba a Milman el 30 de agosto en la confitería Casablanca cuando, según un testigo de la causa, habría pronunciado la frase: «Cuando la maten yo voy a estar camino a la costa».
La jueza expuso los motivos de aquel rechazo, que se encuentra apelado ante la Cámara Federal porteña, y relató las medidas dispuestas en relación a esa pista a la vez que aseguró que aún se investiga en la causa el posible vínculo entre una de las asesoras de Milman con una persona que habría tenido vínculo con los imputados.
Antes de adentrarse en los motivos del rechazo, la jueza dedicó más de 20 páginas a realizar un repaso de cómo se desarrollaron las líneas de investigación denominadas «David-DEA», «Joa», «Marcodina SA», «Carroll» y «Milman», en el que reseñó cuáles fueron las medidas propuestas por la querella y cuáles (y en qué momento) las ejecutadas por el juzgado, consignó Télam.
La jueza incluyó en su informe un resumen de la investigación del ataque fallido por el que están detenidos y procesados como coautores Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte y los supuestos partícipes secundarios de la tentativa de homicidio Nicolás Carrizo (empleador informal de ambos en la venta de copos de nieve) y Agustina Díaz (excarcelada, amiga de Uliarte).
La pista Milman
El abogado Ubeira se refirió al rechazo de la recusación y afirmó que «Capuchetti descarta pruebas porque le parecen que no hacen falta». «No podemos llegar a determinadas terminales porque está Caputo por un lado y Milman y Bullrich por el otro. El juzgado no vio a las asesoras de Milman en las filmaciones y las detectamos nosotros», remarcó en declaraciones a El Destape, y anticipó que pedirán su juicio político.
La magistrada dedicó la parte final de su escrito a responder, de a uno, los cuestionamientos que le realizara la querella en relación al abordaje de distintas líneas de investigación, como por ejemplo la pista Carrol, referida al militante y referente de la Nueva Centro Derecha, Hernán Carrol, a quien Sabag Montiel mencionó en una carta en la que le asignó la misión de designarle un abogado defensor.
Carrol fue candidato a concejal de La Matanza en una lista de José Luis Espert mientras que la agrupación que lidera está alineada con Patricia Bullrich y Javier Milei.
La jueza señaló que, aún cuando Carrol no estaba imputado, se dispusieron medidas como un análisis de ubicaciones de antenas de telefonía celular para constatar si se había reunido con los imputados y luego relató por qué no secuestró los teléfonos celulares del militante derechista ni de su amigo Martín Almeida, quienes habían tenido algún contacto con Uliarte y Sabag Montiel.
La querella le cuestiona que el 25 de octubre, cuando Carrol fue a declarar como testigo ante la jueza Capuchetti, el militante señaló que tenía dos teléfonos celulares y «no tenía problema» en entregarlos para la investigación pero la magistrada no accedió a retener el aparato hasta que los abogados lo requirieron. Cuando la Policía de Seguridad Aeroportuaria realizó las pesquisas en ese dispositivo, solo tenía información desde el 24 de octubre (día anterior a su declaración), mientras tanto, Carrol se llevó el otro que utilizaba para sus actividades políticas.
El artículo de Hauser y Kollmann para Página12, señala que «el informe de la PSA sobre el teléfono de Carrol dice que el aparato está en mal estado, con la pantalla rota (tenía fallas en la función táctil), una tarjeta SIM y otra ranura vacía sin tarjeta de memoria» además de que tampoco encontraron «datos de redes sociales Instagram y Facebook».