Luego de que el hijo del expresidente brasileño apoyara la campaña del candidato de LLA, el bolsonarismo pretende asistir a la ceremonia del 10 de diciembre.
Jair Bolsonaro pretende presenciar la ceremonia de asunción del presidente electo Javier Milei junto a una comitiva de unos 20 dirigentes aliados de la ultraderecha de Brasil.
La visita de Bolsonaro y de su esposa Michelle, titular de la rama femenina del Partido Liberal, pretende ser un mensaje interno de cara a las elecciones municipales de 2024 en Brasil, sobre todo porque el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva avisó que no acudirá a la jura en la Argentina esperando que Milei se retracte de sus ataques realizados en campaña, tras haberlo llamado «ladrón» y «comunista furioso», como anticipó el excanciller Celso Amorim.
Una fuente del equipo del expresidente Bolsonaro informó a Télam que la comitiva estará conformada de unas 20 personas y que se buscará una reunión privada entre Milei y el excapitán del Ejército brasileño el sábado 9 de diciembre, en la previa de la asunción del libertario.
El exmandatario Bolsonaro está inhabilitado hasta 2030 por la justicia electoral por haber denunciado falsamente fraude en las urnas electrónicas brasileñas con las que fue derrotado por Lula en las elecciones del año pasado.
En ese marco, el bolsonarismo tomó como propia la victoria de Milei, sobre todo porque el diputado Eduardo Bolsonaro, del Partido Liberal, viajó a Buenos Aires para apoyar personalmente la campaña del candidato de La Libertad Avanza.
Según la fuente, entre los aliados de Bolsonaro que tienen previsto asistir a la toma de posesión en Argentina se encuentran el presidente nacional del Partido Liberal, Valdemar Costa Neto, y los senadores Ciro Nogueira, Rogerio Marinho, Marcos Rogério, Jorge Seif y Magno Malta.
Nogueira fue jefe de gabinete de Bolsonaro, mientras que Marinho fue ministro de Desarrollo Regional y es uno de los principales opositores en el Congreso al gobierno de Lula.
También formará parte de la delegación el exministro de Comunicación Social y actual abogado de Bolsonaro, Fabio Wajngarten.
Llamado al diálogo
El domingo, Lula felicitó por las redes sociales el proceso eleccionario argentino al reconocer los resultados del balotaje.
Ayer, el mandatario aseguró que no tiene por qué ser amigo de los otros presidentes, en una aparente referencia a Milei, al tiempo que anticipó que para enfrentar los problemas políticos que vendrán convocará al diálogo para que cada uno defienda los intereses de cada país.
«No tiene por qué gustarme el presidente de Chile, de Argentina o Venezuela. No tiene por qué ser mi amigo. Él tiene que ser presidente de su país, yo tengo que ser presidente de mi país. Tenemos que tener una política de Estado brasileña y él tiene que tener la suya. Tenemos que sentarnos a la mesa, cada uno defendiendo sus intereses. No puede haber supremacía de uno sobre el otro, tenemos que llegar a un acuerdo. Ese es el arte de la democracia», dijo Lula.
Asimismo remarcó que mejor es «intentar convivir democráticamente en la adversidad» con sus colegas que pertenecen a otro campo político, aunque no citó el nombre de Milei, quien hizo campaña diciendo que no quería relacionarse con el Brasil de Lula.
«Aunque estamos experimentando cierto tumulto en Sudamérica, no es lo mismo que en 2002, 2004 o 2006. Vamos a tener problemas políticos. Y en vez de quejarnos de los problemas políticos, tenemos que ser inteligentes y tratar de resolverlos, tratar de hablar las cosas. Intentar que la gente aprenda a convivir democráticamente en la adversidad», señaló el líder del Partido de los Trabajadores (PT).
Horas antes, Lula había criticado a lo que llamó la «nueva experiencia» en el continente americano, al referirse, sin nombrarlo, al futuro Gobierno de Milei.
Argentina es el tercer socio comercial de Brasil, después de China y Estados Unidos, y es considerado clave para la industria, ya que es el primer comprador de productos manufacturados brasileños.
Fuente: Télam