El comité que investiga al ex Primer Ministro por su participación en el «Partygate» afirma que interfirió en la indagación.
Un informe gubernamental dictaminó que Boris Johnson engañó deliberadamente al parlamento británico y fue cómplice en el intento de “intimidar y maltratar” a los diputados a cargo de investigar el “Partygate”. Así se nombró al escándalo que implica al ex Primer Ministro en más de 100 fiestas y reuniones celebradas en su residencia oficial de Downing Street durante el confinamiento de 2020.
El comité parlamentario que redactó el informe, de mayoría conservadora, fue categórico contra un Johnson, que hasta hace menos de una semana formaba parte de la Cámara de los Comunes. “Que le haya dado información errónea a la cámara acerca de la conducta de ministros y funcionarios en los más altos niveles de gobierno durante una emergencia nacional es de una gravedad inusitada”, asegura el dictamen.
De acuerdo con el protocolo oficial, el contenido del informe se puso a disposición de Johnson el martes de la semana pasada. El viernes, luego de haber recibido esa información, el representante “tory” renunció sorpresivamente a su banca parlamentaria acusando al comité que lo investigaba de “llevar adelante una caza de brujas”. «Esta decisión significa que ningún Primer Ministro está exento de ser perseguido o expulsado por acusaciones falsas, hechas por una pequeña minoría que quiera verlo fuera”, aseguró Johnson.
El informe de más de 100 páginas señaló que, de no haber renunciado, Johnson habría recibido una suspensión de la Cámara de los Comunes, sanción sin precedentes en la historia del parlamento británico. Además, el comité recomendó que no se le otorgue el pase que reciben normalmente los ex legisladores para acceder al parlamento.
Un vocero de Rishi Sunak, actual Primer Ministro y líder del Partido Conservador, afirmó que el mandatario no leyó todavía el informe pero cree que el comité actuó de forma correcta en la investigación y “no sería correcto criticar su accionar”. Esto significa un importante revés en la carrera política de Johnson, quien hasta hace menos de un año decía querer ser jefe de Gobierno por el resto de la década. Desde su renuncia al parlamento, casi ninguno de sus compañeros de partido salió en su defensa.
Fuente: Página 12, Reuters.
