Lo hizo por medio de un comunicado de la Conferencia Episcopal Argentina. «El desempleo y la informalidad en el mundo del trabajo constituyen un caldo de cultivo para la trata y explotación de personas», indicó el texto.
La Conferencia Episcopal Argentina expresó hoy su «dolor y preocupación por la desaparición» del niño Loan Danilo Peña, de 5 años, que fue visto por última vez el 13 de junio último luego de un almuerzo familiar en la localidad correntina de 9 de Julio.
«Con todo el pueblo argentino, manifestamos nuestro dolor y preocupación por la desaparición de Loan y de otros niños, niñas y jóvenes, muchos de ellos sumidos en situaciones de empobrecimiento y vulneración de derechos. Cuando son niños y niñas quienes desaparecen ante nuestros ojos a causa de este flagelo la herida nos duele hasta el infinito», expresó la Iglesia por medio de un comunicado difundido con motivo del Día Internacional de lucha contra la Trata de Personas, que se conmemora el 30 de julio.
Al respecto, la Conferencia Episcopal, que preside monseñor Oscar Ojea, obispo de San Isidro, dijo que la trata es un crimen «que viola la dignidad y los derechos humanos«.
En ese sentido, recordó que desde hace varios años la Iglesia abordó «el combate de la trata y explotación de personas iluminados por el Papa Francisco«.
Inclusive, citó que el 8 de febrero pasado el religioso argentino instó a los fieles católicos a «abrir los ojos y los oídos para ver a los que permanecen invisibles y escuchar a los que no tienen voz; para reconocer la dignidad de cada uno y para actuar contra la trata y contra toda forma de explotación«.
«Junto al Equipo No a la Trata, perteneciente a la Conferencia Episcopal, queremos reiterar en este día nuestra mirada sobre la situación actual y afirmar la necesidad de un Estado activo en el combate del delito de trata de personas, con diseño, planificación, ejecución, seguimiento y control de las políticas públicas de prevención. Es imprescindible contar en todo el territorio nacional con personas que tengan formación y experiencia«, afirmó el texto.
Para eso, consideró que es «prioritario contar con presupuesto para la prevención, la persecución penal y la asistencia a las víctimas», porque es «un tema transversal a todo el arco político e institucional que requiere el compromiso para alcanzar consensos, poniendo en el centro de la agenda política y del debate legislativo, el combate de este delito en articulación entre todos los poderes del Estado«.
«El desempleo y la informalidad en el mundo del trabajo constituyen un caldo de cultivo para la Trata y Explotación de Personas. El trabajo digno es la prevención más eficaz contra de este delito y en particular, permite superar la prostitución, uno de los hechos más degradantes de la persona», opinó la Iglesia.