Abr 19 2025
Abr 19 2025

Condenan al represor Adolfo Donda por la apropiación de su sobrina Victoria

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Recibió una pena de 15 años de prisión, que se suma a las dos condenas a perpetua por crímenes cometidos en el centro clandestino de detención de la ESMA.

El Tribunal Oral Federal 6 de la Ciudad de Buenos Aires condenó hoy a 15 años de prisión al marino retirado Adolfo Donda Tiguel como partícipe necesario de la apropiación de su sobrina, Victoria Donda, quien nació en el centro clandestino de detención de la ESMA durante el cautiverio de su madre, María Hilda Pérez,aún desaparecida.

Los jueces Ricardo Basílico, María Gabriela López Iñiguez y Daniel Horacio Obligado remarcaron a la hora de dar su veredicto que los hechos que abordaron en el juicio “corresponden a delitos de lesa humanidad implementados en el marco de una práctica sistemática y generalizada de sustracción, retención y ocultamiento de menores de edad en ocasión de secuestro, cauivero, desaparición o muerte de su madre”. También hicieron una mención inédita sobre la violencia hacia las mujeres y el parto deshumanizado, citando entre otras la Convención de Belém do Pará, un tratado de derecho interamericano para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer.

«Aunque sigo sin saber dónde están mis padres, sé que desde hoy descansan en paz», escribió la exdiputada una vez conocido el fallo que, además de ratificar el rumbo del juzgamiento del genocidio, a solicitud de la fiscalía tomó en cuenta que fueron delitos cometidos con violencia de género.

«No estoy contenta. Estoy satisfecha de haber terminado una etapa con esta condena. Siento que la herida empieza a cicatrizar porque aunque nos quieran borrar la memoria para llevar adelante los planes que tienen para esta Patria, no van a poder», sostuvo Donda tras la condena.

secuestrada a fines de marzo de 1977 junto a su marido, José María Laureano Donda. Fue llevada primero a la Comisaría de Castelar y luego a la ESMA. Mientras estaba detenida, María Hilda dio a luz a su hija en agosto de 1977 y dos semanas después fue trasladada y aún permanece desaparecida, al igual que José.

Victoria fue inscripta como hija biológica por el prefecto Juan Antonio Azic, integrante del grupo de tareas de la ESMA junto a Adolfo Donda. Recién en 2004, 27 años después, logró recuperar su identidad gracias a la lucha de Abuelas de Plaza de Mayo.

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