Otros dos resultaron absueltos por el homicidio del adolescente, de 17 años, que fue baleado cuando regresaba de entrenar en el club Barracas Central.
Tres policías de la Ciudad fueron condenados a prisión perpetua y otros dos, absueltos, por el asesinato del adolescente Lucas González, que tenía 17 años cuando fue baleado mientras regresaba de entrenar en el club Barracas Central, donde jugaba el fútbol en las divisiones inferiores, confirmó un fallo judicial.
En un dictamen conocido este miércoles, la Sala III de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional consideró que los dos agentes policiales absueltos, Juan Horacio Romero y Sebastián Jorge Baidón, que habían sido condenados a seis y ocho años de prisión, respectivamente, deben recuperar la libertad.
Los jueces Pablo Jantus, Alberto Huarte Petite y Gustavo Bruzzone, sin embargo, confirmaron las penas a prisión perpetua contra los policías Gabriel Isassi, Fabián López y Juan José Nieva, culpables por el homicidio quíntuplemente agravado en perjuicio de Lucas y la tentativa de homicidio agravada contra tres de sus amigos, publicó el diario Tiempo Argentino.
#LucasGonzalez
«Un fallo de Casación confirma que la policía actuó de manera racista y será clave para discutir cómo los agentes intervienen en los barrios populares, como cuando las brigadas de las comisarías se mueven sin ninguna identificación», explica Manuel Tufró del CELS. pic.twitter.com/YBrHJZtKDD— CELS (@CELS_Argentina) April 16, 2025

La policía, como en muchos otros casos, trató de instalar una versión falsa de los hechos, que fue difundida por los medios de comunicación. Así pretendieron hacer creer que los agentes de la brigada dispararon porque desde el auto de los cuatro jóvenes les habían tirado antes, destacó el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).
Para darle fuerza a su relato, los policías incluso plantaron la réplica de un arma en el baúl del auto de las víctimas y falsificaron las actas y partes policiales. A partir de esa información falsa, los menores de edad, víctimas de los disparos, fueron detenidos ilegalmente y maltratados durante horas por efectivos de la Policía de la Ciudad. También fueron investigados por la justicia, hasta que la mentira policial comenzó a desmoronarse.
Los testimonios de los amigos de Lucas, las filmaciones y las incongruencias en el relato policial posibilitaron develar que la versión que habían replicado los medios de comunicación no era real.