Por Sergio Gusenko.
¿Cómo contar un relato de un protagonista secuestrado y fugado del centro clandestino de detención de la Mansión Seré, en la última dictadura militar? El teatro argentino tiene un gran referente en la dramaturgia de los 70: Eduardo Pavlovsky, con la consagrada Potestad (1985), o El Señor Galíndez (1983).
Lautaro Delgado, con notable trabajo en Un Domingo en familia, de Susana Torres Molina, que trata sobre el universo de la lucha armada, logra con Seré, su proyecto personal, con una estética y una propuesta espacial, encontrar una mirada no realista alejado de lo literario, solemne de una intesidad poética con su cuerpo en la escena, para lograr un registro de expresión y transmitir la pasion con la palabra.
Asistir a Seré, en tiempos donde la revolución está lejos del horizonte, nos acerca a seguir intentando.