Saldo de la minigira federal de Massa y victoria pírrica sobre el FMI. Tiempo de descuento para las primarias. | Por Pablo Dipierri
Sergio Massa siente que cada dólar que el Estado no captura podría redundar en un voto que el peronismo no recoge en las elecciones. Exactamente un año después de quedarse con toda la botonera del Ministerio de Economía y absorber casi todos los resortes institucionales, el tigrense anunció desde San Juan, durante una minigira federal de su campaña presidencial, el Staff Level Agreement con el FMI y obtuvo vía Zoom con los representantes de la Corporación Andina de Fomento (CAF) el apoyo dinerario para afrontar los vencimientos que se gatillan hoy y mañana con el organismo multilateral de crédito.
Ya el 29 de julio de 2022, Clarín se despachaba en su portada con el enroque que había logrado el ex titular de la Cámara de Diputados para que Daniel Scioli volviera a la embajada argentina en Brasil y Silvina Batakis dejara el despacho del 5º Piso del Palacio de Hacienda. La columna de Eduardo Van der Kooy se tituló aquel día “La crisis desnuda un profundo desgobierno y Massa acelera por sus ambiciones”. Con claridad meridiana, el diario de Héctor Magnetto presumía entonces lo que a la tropa kirchnerista desilusionó y sorprendió el 23 de junio pasado, cuando la vicepresidenta Cristina Kirchner no pudo sostener al binomio Wado De Pedro-Juan Manzur y tuvo que ceder el cetro al propio Massa, otra vez.
Tras un acto en el Super Domo de La Rioja, junto al gobernador anfitrión, Ricardo Quintela, y los mandatarios de las vecinas Santiago del Estero y Catamarca, Gerardo Zamora y Raúl Jalil, respectivamente, Massa se encerró en la zona de vestuarios de ese estadio para deliberar con las autoridades de la CAF, pasadas las 18 del viernes. Quintela y la cúpula del peronismo riojano esperaban en una sala cercana a la que utilizaba el ministro de Economía para sellar el pacto que le permitiera confeccionar “la canasta puente” que había blandido por la mañana como mecanismo para afrontar los pagos con el Fondo, ante la decisión de los burócratas con asiento en Washington de no girar el primer desembolso hasta el 21 de agosto próximo. Es decir, Kristalina Georgieva no envía el auxilio de 7500 millones de dólares si no hasta que se conozca el nombre de los vencedores en los comicios y por eso el ministro fullero, al decir de su propia auspiciante en la aventura, apeló al artilugio de la creatividad argentina.
La comitiva que acompañaba al ministro, compuesta por el jefe de Gabinete y compañero de fórmula, Agustín Rossi, el responsable de la cartera de Interior y postulante al Senado, Eduardo De Pedro, el secretario de Industria y Desarrollo Productivo, José Ignacio De Mendiguren, el cosecretario cegetista Héctor Daer, el diputado Carlos Selva y el ex jefe de la Cámara de Diputados y actual asesor en campaña, Julián Domínguez, confraternizaba con la dirigencia provincial. La aspirante a la vicegobernación, Teresita Madera, explicó en ese ínterin a La Patriada que el salario promedio de un estatal en su distrito está por encima de los 300 mil pesos mensuales, que a la salida de la pandemia la Legislatura aprobó una Ley de Promoción Industrial por la cual se expropiaron la mitad de las naves que los empresarios abandonaron y se crearon miles de puestos en el sector privado. Al igual que Quintela sobre el escenario, Madera recuperó el caballito de batalla de la gestión: durante la presidencia de Mauricio Macri, La Rioja solo pudo construir 500 viviendas y, para cuando termine el gobierno de Alberto Fernández, el cuatrienio en curso ofrecerá un total de casi 5000 mil casas.
Una hora más tarde, Massa irrumpiría en ese reducto y desataría la algarabía de sus compañeros: “¡Habemus fondo para pagarle al Fondo!”, exclamó. El gobernador riojano no se contuvo y acotó: “¡Tenemos presidente, compañeros!”. La bulla aturdidora honró el folclore peronista.
El líder del Frente Renovador festejó ese logro como un gol de campeonato. “Es el fin del Fondo como prestamista de última instancia”, repetía jactancioso a bordo del avión que luego lo trasladó, junto a su equipo, desde La Rioja a Tucumán, donde lo esperaban Manzur y el gobernador electo, Osvaldo Jaldo.
En ese sentido, celebraba que para pagar los vencimientos que se gatillan esta semana contaría con recursos otorgados por otro organismo a Argentina. Así, espera adicionar a los 1000 millones de dólares que vendrán de la CAF, otro tanto de parte del BIS, un consorcio de bancos con sede en Bruselas, yuanes y Derechos Especiales de Giro. Sin tocar reservas del BCRA, Massa calcula que llegará a los 3400 millones de dólares para abonarle al sello creado bajo el acuerdo de Bretton Woods.
Para eso, mantuvo otro Zoom pero con su equipo económico y el titular del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, al filo de la medianoche del viernes. Según contarían luego a este portal, era preciso coordinar con los técnicos para la redacción del DNU que habilitara el pago con dinero de la CAF y confeccionar un Swift, una suerte de código bancario para operar entre entidades crediticias, para utilizar lo que se consiga de parte del BIS.
Al respecto, un colaborador del ministro adelantó que entre hoy y el miércoles podrían anunciarse medidas para consolidar posiciones en reservas y apaciguar la tensión cambiaria. Ante la escalada del dólar ilegal durante la semana pasada, aduce con la extraña serenidad de quien se sienta sobre un volcán sin inmutarse que la cotización paralela de la divisa norteamericana estaba atrasada y que tenderá a moderarse ahora.
Sus gestiones en el frente financiero parecieron darle oxígeno en el campo político. En los cuatro actos que protagonizó entre el viernes y el sábado, repitió que “ellos”, en alusión a Juntos por el Cambio, “llevaron al Fondo”, para invertir la ecuación como promesa polisémica: “nosotros vamos a sacar la Argentina del fondo”.
En el raid que lo llevó de San Juan a La Rioja y de La Rioja a Tucumán, su discurso se enhebró alrededor de la defensa de los jubilados como “padres de la Patria”, a la altura de los próceres, la reivindicación de la universidad pública y gratuita frente a la cantinela elitista y arancelaria de la oposición y el fomento a las actividades económicas que redundan en exportaciones promisorias para la acumulación de dólares. En esos pilares hay un eje programático, aunque no se enuncien como tal: a las demandas del FMI sobre el achicamiento del sistema previsional para contraer el déficit fiscal, la restricción al derecho a la educación y la búsqueda de conversión de los recursos naturales en incremento del comercio exterior delinea el frágil equilibrio entre la garantía de los derechos básicos y la pugna por una soberanía que oscila entre la colonia próspera y algo más audaz, indecible todavía –porque no hay fuerza política para su pronunciación siquiera-.
También incorporó Massa la figura del “perdón” por los errores cometidos durante el gobierno en curso. De Pedro iría más allá, en clave cristinista, cuando habló frente a los tucumanos en el predio del Oasis San Juan. “No pudimos hacer todo lo que pensábamos pero con el corazón de Cristina y la fuerza de Sergio lo vamos a lograr”, apuntó el dirigente mercedino, quien marcó en un intercambio con este portal que el clima que se vive en las provincias es muy diferente con respecto al AMBA.
Bajo ese prisma, La Patriada conversó con militantes populares que colmaban el inmenso terreno de Banda del Río Salí donde se desarrollaba la ceremonia proselitista. En Tucumán, el ingreso promedio de un municipal ronda los 200 mil pesos, el alquiler de una vivienda en barrios de trabajadores se ubica cerca de los 30 mil pesos y la cuota del crédito de una casa construida por el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) que empezó a pagarse en los últimos diez años es de 3 mil pesos.
Por eso, Massa apuesta al peronismo en movimiento en el norte y el voto estructural del conurbano. Con ese objetivo, anuda guiños como el que le hizo al gobernador Sergio Uñac en el gimnasio de UPCN en Chimbas, cuando vociferó que quería sanjuaninos en su gabinete, al tiempo que tuvo la delicadeza de no descuidar la fracción de José Luis Gioja: minutos antes, había participado de otra ceremonia militante en el camping del Satsaid en el mismo departamento provincial pero con las organizaciones que bancan a Juan Carlos Gioja, precandidato a senador y hermano del ex gobernador. La astucia para sobrevolar los antagonismos subterráneos es central para no naufragar en la licuación de sufragios, sobre todo porque al arribar a la Casa de Gobierno de San Juan se topó con la tapa del Diario de Cuyo, cuya nota principal se ilustraba con una foto de Uñac y Marcelo Orrego, gobernador electo por JxC.
Sin hablar de cifras ni alquimias electorales extraídas de las encuestas, sus estrategas mantienen viva la ilusión. “Hace un año estábamos sin chances por la interna del gobierno y la situación económica pero hoy estamos en carrera”, argumentan.
No es casual que cada mitin cierre con la canción Lleno de magia, de La Vela Puerca, a todo volumen. Con acordes para el pogo, el estribillo dice: “Poniendo el pecho sin preguntar, teniendo claro por qué mordés, porque ese polvo no va a olvidar”. Lo que dictaminen las urnas, al fin de cuentas, es una lotería.
