El Departamento de Justicia estadounidense acusa a la empresa de pagar más de US$ 10.000 millones al año por presunto abuso de posición predominante como motor de búsqueda en navegadores.
Estados Unidos acusó a Google de pagar más de US$10.000 millones por año para continuar siendo el motor de búsqueda predeterminado en navegadores de escritorio y celulares.
En Washington, comenzó un juicio que busca determinar si Google abusó de su posición monopólica en las búsquedas en línea. El Departamento de Justicia estadounidense impulsó el proceso, alegando que Google, que concentra el 90% de las búsquedas en internet, abusó deliberadamente de su poder de monopolio.
La acusación sostiene que la compañía fomentó acuerdos anticompetitivos y excluyentes para bloquear a sus rivales. Altos ejecutivos tecnológicos, ingenieros, economistas y académicos declararán en el proceso que estiman se extenderá por 10 semanas.
«Este caso es sobre el futuro de internet y sobre si el buscador de Google se enfrentará a la posibilidad de competencia real algún día», afirmó Kenneth Dintzer, uno de los abogados que representa a Estados Unidos, en declaraciones citadas por la agencia Bloomberg.
Según Dintzer, «las pruebas demostrarán que exigieron la exclusividad por defecto para bloquear el paso a sus rivales».
De acuerdo con el caso, Google habría pagado vastas sumas a rivales del sector –entre los que se incluye, fabricantes de celulares como Apple- para que su motor de búsqueda sea la opción predeterminada en smartphones y navegadores web.
El letrado argumentó que Google se convirtió en un monopolio cerca del 2010 y que hoy concentra alrededor del 89% del mercado de búsquedas.
“La compañía paga miles de millones para que sean el motor de búsqueda por defecto porque son muy poderosos. En los últimos 12 años, Google abusó de su monopolio”, agregó.
La primera fase del juicio estará focalizada en analizar si Google realmente tiene una posición monopólica o no, y la segunda, en caso de confirmarse la acusación, buscará remedios a la situación.
En el caso de perder el juicio, Alphabet -la firma matriz de Google- podría verse obligada a separar el servicio de búsqueda de otros como el sistema operativo Android o Google Maps, lo cual implicaría la mayor división forzosa de una empresa estadounidense desde el caso de la telefónica AT&T en 1984.
Entre los ejemplos citados por Estados Unidos, se encuentra el de Apple. La firma le pidió a Google una licencia para usar su motor de búsqueda en el navegador Safari en 2002, sin dinero ni requisitos de exclusividad.
Tres años después, Google le propuso a Apple mantener su buscador como opción predeterminada a cambio de repartir los ingresos.
En 2007, Apple quiso ofrecer a sus usuarios una ventana para escoger entre Google y otro navegador como Yahoo!, pero Google, vía un e-mail, le advirtió que, de no ser seleccionada como opción por defecto, no habría porcentaje de ingresos.
Dintzer explicó que, ante tal situación, Apple no tuvo más opción que seguir incluyendo a Google de forma predeterminada y para el 2020 recibía entre US$ 4.000 millones y US$ 7.000 millones a cambio.
Fuente: Télam