Feb 19 2025
Feb 19 2025

El anzuelo y la carnada

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Por Pablo Dipierri

«Ya está el acuerdo», repetían anoche en la comitiva que acompaña al ministro de Economía y precandidato presidencial por su «minigira» en las provincias de San Juan, La Rioja y Tucumán, mientras el avión que la transportaba iba desde Buenos Aires a la jurisdicción cuyana. Flanqueado por su compañero de fórmula, Agustín Rossi, y su par de Interior y postulante a senador, Eduardo De Pedro, el tigrense se movía exultante y departía con los otros miembros del elenco que lo rodea en este raid, que van desde el secretario de Industria, José Ignacio De Mendiguren y el diputado Carlos Selva hasta el ex ministro de Agricultura devenido en asesor suyo, Julián Domínguez, y Héctor Daer, uno de los cosecretarios generales de la CGT.

El entendimiento lleva meses de cocción pero sorprende que el propio Massa prometa su anuncio desde hace semanas sin que se concrete. Como si la pelota estuviera en el campo de los burócratas con asiento en Washington, el entorno del titular del Palacio de Hacienda transmitía a bordo del Boeing que lo transportaba que solo quedaba esperar.

Massa intenta mostrarse aliviado o enfocado en el resto de los asuntos económicos, aunque sabe que sin la venia del Fondo el gobierno de todas las otras variables se complejizaría.

En diálogo con fuentes al tanto de la negociación, La Patriada pudo saber que Massa esperaba un desembolso total por 10 mil millones de dólares, en dos cuotas. La primera se concretaría el 21 de agosto, después de las PASO, y la segunda en noviembre.

Sin embargo, la incertidumbre se centraba en los vencimientos previstos para los próximos lunes y martes, cuya friolera asciende a 3400 millones de dólares. Ante la consulta de este medio sobre la chance de que se pagara con yuanes, la respuesta fue risueña: «creatividad argentina».

Podría conjeturarse que el organismo multilateral de crédito retaceaba y, en definitiva, postergaba el giro de dinero para el asiento contable porque esperaba el resultado de las elecciones primarias en el país. El único triunfo posible en este juego de tahúres para el peronismo es el de ganar tiempo sin que se desmadre la situación económica y social.

En estas condiciones, prevalecer en el escrutinio cuando se abran las urnas será una lotería. El famoso Staff Level Agreement parece una carnada en una mojarrera.

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