Dic 09 2024
Dic 09 2024

El león y los platos rotos

Publicado el

por Fabián Waldman

“Soy un león vendiendo Durax, pero no duro en ningún bazar”, era el slogan que utilizaba una publicidad de los años setenta. En ella, un vendedor comprobaba la fortaleza de una marca de platos comparándola con la de otro que estrellaba contra el piso y se rompía. Era una excelente forma de vender esa marca, pues resistía a la caída. Pero al protagonista lo echaban por el plato roto.

Javier Milei se asemeja al actor de esa propaganda, pero jugando con cuestiones que no tienen remedio, como la vida de cuarenta y siete millones de argentinos. Y habrá que esperar 4 años para despedirlo, si todo siguiera su cauce normal.

Auditoría: «revisión y verificación de las cuentas y de la situación económica de una empresa o entidad».

La palabra sagrada es auditoría. Dentro de esas nueve letras caben todas las acciones que lleva adelante el gobierno. Hay auditorías para todos los gustos: universidades; comedores comunitarios; bibliotecas; remedios; obras públicas; horas extras; CONICET; SENASA; INCAA; Instituto Nacional del Teatro; Parque Nacionales; Ferrocarriles; empresas de clectivos; de energía, etc. Podríamos nombrar cada uno de los organismos y acciones del Estado que pasan por un tamiz cada vez más fino para poder funcionar. “Sandra Pettovello es una máquina de detectar curros y tiene una unidad dedicada a eso”, comenta el Presidente en cuanta entrevista brinda. Esas definiciones están acompañadas por grandes anuncios del vocero, Manuel Adorni, cada mañana. “Detectamos compras fraudulentas y trámites poco transparentes, por eso estamos investigando”. Aplíquese esta frase a cualquier dependencia.

Pero las auditorías matan. Y en el caso de la realizada por el ministro de Salud, Mario Russo, con la Dirección de Asistencia Directa de Soluciones Especiales (DADSE), es criminal. Ya han fallecido desde el 10 de diciembre 7 pacientes por la falta de entrega medicamentos oncológicos. Desde el ministerio, señalaron a este portal que “en paralelo a la auditoria, DADSE pasó a la órbita del Ministerio y se tramitan los expedientes. Se trabaja para entregar los medicamentos y normalizar el flujo. Se están entregando medicamentos oncológicos”. Parece que no llegaron tiempo con Alexis Alberto Almirón, quien falleció el 15 de marzo luego de estar una semana internado. Los pacientes que llegan a la DADSE lo hacen por estar desprovistos de cualquier tipo de seguro médico. Las auditorías que frenan pagos a los proveedores y servicios en todas las áreas es la base del déficit cero. La comparación simple de la economía de un Estado con la de una familia: «se gasta solo lo que se recauda»; da de bruces con un Estado que genera su propia moneda y debe resolver inequidades entre sus habitantes.

Mientras tanto, transcurridos casi cinco meses del nuevo gobierno, quedan decenas de direcciones sin un funcionario al mando. Han renunciado algunos que ni siquiera tenían firma, no habían sido nombrados. Tal es el caso de Marcelo Basilotta, quien estaba a cargo de la Casa Grande Néstor Kirchner. Estos «ravioles» sin llenar o espacios en el organigrama del Estado, que no tienen aún un destinatario, ponen en duda si efectivamente esas estruturas serán atendidas por Karina Milei y Santiago Caputo, las voces más escuchadas por Javier Milei. Hace un par de meses, ante la requisitoria por falta de funcionarios designados, la respuesta que llegó desde el despacho del Presidente fue: «no tenemos ningún apuro». Así las cosas, los trabajadores de esas dependencias concurren sin tener tareas asignadas y generando ellos mismos sus acciones, siempre y cuando no impliquen gastos. La falta de empatía con los profesionales de cada una de las áreas confirma en los hehcos lo que dicen habitualmente tanto en público como en privado: el desprecio por los trabajadores del Estado. «Nos dan asco».

Hace unos días. desde este medio consultamos a una fuente importante en Balcarce 50 si era una política deliberada la de no nombrar directores y si eso significaba que esas reparticiones serían disueltas. La respuesta no fue clara ni contundente, dejando lugar entonces a la confirmación de esta política.

La batalla por el sentido común que brinda el secretario de Educación, Carlos Torrendell, con los Rectores de las Universidades Nacionales, es otra pata donde hacen pie las auditorías y el ajuste. La postura de Javier Milei sobre la educación pública está lo suficientemente documentada: «es un mecanismo de lavado de cerebro» que brinda “contenidos rojos”, señaló en el pasado, cuando inició el ciclo lectivo en el colegio Cardenal Copello. A pesar de su desmentida sobre el cierre de las universidades y que han entregado el “presupuesto acordado”, no hay nada nuevo bajo el sol, ni en las universidades. El Secretario de Educación mantuvo una reunión con el Consejo Interuniversitario Nacional y no hubo satisfacción para los rectores: “no hay resultados concretos inmediatos”. Esta cerrazon del gobierno luego de la multitudinaria marcha del 23 de abril pasado no alcanzó a ser modificada aún.

Mientras tanto, las agujas del reloj corren cada vez más de prisa y los recursos que no permiten hoy prender luces ni utilizar ascensores se agotan día a día. Este reloj de arena no podrá esperar la auditoría que pretende el gobierno: adjudicar a empresas privadas esos exámenes.

Por otro lado, el triunfo en Diputados con la media sanción de la Ley Ómnibus seguramente le dará más aire para sostener y endurecer la postura.

 

 

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