El accidente cerebrovascular que padeció el pontífice le provocó una falla cardíaca irreversible, informó el Vaticano en su parte de defunción.
El papa Francisco falleció este lunes, con 88 años de edad, a causa de un derrame cerebral que le causó un coma y un fallo cardiocirculatorio irreversible, según informó el Vaticano en su parte de defunción.
El documento, firmado por el director de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano, Andrea Arcangeli, certificó que la muerte ocurrió a las 2:35 hora argentina en su departamento de la residencia vaticana Casa Santa Marta.
Francisco murió tras más de dos meses sufriendo unos problemas respiratorios graves que le obligaron a permanecer internado en el hospital Gemelli de Roma durante 38 días, hasta el pasado 23 de marzo.
Según su historial, Francisco había padecido un episodio de insuficiencia respiratoria aguda por una neumonía bilateral microbiótica, así como una bronquitis múltiple, hipertensión y diabetes, recordó la agencia de noticias EFE.