El presidente Alberto Fernández encabezó la Asamblea Legislativa que dio inicio al 141º período de sesiones ordinarias en el Congreso, con un discurso enfocado en el balance de su gestión y un reclamo directo hacia la Corte Suprema.
“Si tenemos memoria para recoger experiencias del pasado y tenemos coraje para afrontar las enormes dificultades del presente, seremos capaces de enfrentar los desafíos que nos impone el futuro”, expresó el mandatario en el marco de los 40 años de democracia.
Seguidamente se refirió a los magistrados del máximo tribunal, sentados a su derecha en el recinto, y sobre la causa del atentado a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner expresó: “vuelvo a exigir hoy a la justicia que profundice la investigación de aquel hecho, que juzgue y condene a quiénes fueron los autores materiales e intelectuales de ese intento de homicidio. Le pido a la justicia que actúe con la misma premura con la que archiva causas en las que jueces, fiscales o empresarios poderosos asoman como imputados”.
Apuntando nuevamente hacia los miembros de la Corte inquirió: “¿Quiénes son los responsables de que el Consejo de la Magistratura no funcione hace un año? ¿Quiénes atropellan a las instituciones republicanas?”. “Lamentablemente, el accionar de los miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, nos llevó a presentar un pedido de juicio político ante la Cámara de Diputados que decidirá si los acusa ante el Senado”, completó.
Y además continuó: “Nosotros no designamos jueces integrantes de la Corte Suprema por decreto. Tampoco tergiversamos leyes mediante decretos reglamentarios para que nuestros parientes puedan blanquear dinero. Nosotros no trasladamos jueces e integramos Cámaras para incidir en causas en las que se persiguen políticos opositores. No son nuestros funcionarios los que se profugan de la Justicia alegando persecuciones”.
El jefe de Estado aludió también a la condena en primera instancia a Cristina con el objetivo de prohibir su actividad política: “Lo hicieron tras simular un juicio en el que no se cuidaron las formas mínimas del debido proceso y se formularon imputaciones que rayan con el absurdo jurídico buscando su inhabilitación política”.
En otro orden, pero orientado hacia el mismo objetivo, el mandatario mencionó el conflicto de la coparticipación de los recursos nacionales con otras provincias que “hicieron evidente cuál es el bloque de intereses tradicionales que pretenden consolidar las enormes asimetrías que aún existen en la Argentina”. “La intromisión de la Justicia en la ejecución presupuestaria es definitivamente inadmisible”, sostuvo Fernández.
Por otro lado, trazó un balance de su gestión en el Gobierno nacional tratando de esclarecer ciertas cuestiones, tras haber “soportado una sistemática acción de desinformación”: “Puedo hablar con ustedes francamente de la pobreza, de la inflación, de la inseguridad y de los bajos ingresos. Entiendo el malestar y la queja de los más débiles. Pero también veo lo que está bien, y cómo se oculta, y cómo se intenta generar desánimo y malestar”.
Durante el discurso, Fernández respondió a las críticas hacia su “moderación”. “Con esa moderación fui capaz de enfrentar a los acreedores privados y pude ponerle freno a los condicionamientos que el FMI le había impuesto al gobierno que me precedió”, dijo, y agregó: “Y fui yo, con mi moderación, el que se empeñó en que la democracia se expanda y respete en toda la región. El que estuvo al lado de Lula cuando injustamente lo apresaron. El que estuvo al lado de Evo Morales cuando un golpe de Estado le arrancó el poder que su pueblo mayoritariamente le había dado. Y el que reclama y hace todo lo republicanamente posible desde hace años para que la Justicia argentina vuelva a abrazar al derecho y deje de servir a factores de poder persiguiendo a quienes representan el pensamiento popular”.
Párrafo aparte mereció el crecimiento de la economía y de la industria. “Si crecemos sin políticas activas de distribución, la riqueza se concentra en pocas manos. En ese clivaje es donde tiene que asentarse un estado inteligente y eficiente”, puntualizó.
En esa línea, agradeció el “compromiso” del ministro de Economía, Sergio Massa, y su labor de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI). “No necesitamos al FMI para saber que debemos lograr el equilibrio fiscal. No podemos persistir con políticas que generan déficit en nuestras cuentas públicas. Porque, aunque no sea factible alcanzar ese objetivo de la noche a la mañana, el equilibrio fiscal debe ser nuestro horizonte”, subrayó el Presidente.
Asimismo, se refirió al récord de importaciones y a la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner, sosteniendo que “Argentina es la energía que necesita el mundo”.
“Estamos viendo cómo anticipan un nuevo embate privatizador sobre las empresas públicas precedido de una campaña de desprestigio. Que no vengan a hacer negocios con nuestro patrimonio los que invocan números con los que disfrazan su falta de interés por las condiciones de vida de tantos argentinos y argentinas, a los que estas empresas ayudan y mucho”, sostuvo Fernández.
Ante los presentes, recordó la expresión del Papa Francisco: “empujar desde abajo hacia arriba y desde las periferias hacia el centro”, y de Evita: “donde hay una necesidad hay un derecho”. “Esa frase encierra un principio ético y político insoslayable y nos impone un compromiso con nuestro pueblo que de ningún modo podemos desoír”, resaltó.
Bajo ese enfoque, afirmó: “Es nuestro objetivo estratégico la construcción de un verdadero federalismo”.
De cara al año electoral, invitó a las fuerzas políticas y al pueblo a vivir “este proceso con todas nuestras convicciones y nuestras pasiones, pero también con el debido respeto por todos y todas”. En ese sentido, expresó: “Hace cuarenta años, nuestra utopía fue la democracia. Yo les propongo que nuestra utopía hoy sea la igualdad”.
“¿De qué clase, de qué tenor es esa Libertad donde algunos son menos iguales que otros, donde algunos no tienen para comer? Para nosotros gobernar es generar igualdad. Cuando discutimos grandes fortunas lo que estamos discutiendo es más igualdad. Lo digo y lo repito: la verdadera libertad nace de la igualdad”, concluyó Fernández.