A casi dos meses del incendio que devastó una parte de la localidad cordillerana de Epuyén, en la provincia de Chubut, los damnificados continúan en una situación de desamparo.
El Gobierno nacional aportó 7.000 millones de pesos para la recuperación de la zona afectada, pero hasta el momento la asistencia provincial se ha limitado a un subsidio de subsistencia y alquiler por cuatro meses, que culminará en abril.
Desde el siniestro, no se han enviado equipos de Desarrollo Social para realizar un censo detallado de las necesidades de las víctimas ni se ha dispuesto asistencia psicológica para quienes lo requieran. Además, los damnificados han debido gestionar la asistencia bajo exigencias burocráticas complejas, como la presentación de presupuestos en plazos ajustados y la justificación de gastos con facturas.
En cuanto a la asistencia alimentaria, el gobierno provincial estableció un subsidio de 350.000 pesos mensuales por familia hasta abril, sin diferenciación por cantidad de integrantes ni necesidades específicas. El pago comenzó en marzo y se debe justificar cada compra con facturas oficiales.
En lo que respecta a la vivienda, se otorga un subsidio de alquiler por el mismo monto hasta abril, pero solo para quienes puedan demostrar propiedad de la tierra o contar con un contrato de alquiler previo.
Para la reconstrucción de viviendas, se entregaron vouchers de 20 millones de pesos para la compra de materiales, los cuales solo pueden ser utilizados en tres corralones ubicados en El Bolsón, a 25 kilómetros de Epuyén.
La ayuda oficial no contempla a trabajadores independientes, artesanos, carpinteros, ceramistas, orfebres, ebanistas y luthiers, quienes además de perder sus hogares también vieron destruidos sus talleres y herramientas de trabajo. Tampoco se ha brindado apoyo a productores rurales que perdieron cultivos, animales o infraestructura agropecuaria, esenciales para su sustento.
Además, la situación educativa se ha visto afectada por la decisión provincial de cerrar dos salas en el jardín de infantes, lo que obligará a reubicar a los niños en aulas con hacinamiento y grupos de edades mezcladas.
Desde el incendio, el gobernador Torres visitó Epuyén en tres ocasiones. En su primera visita, se centró en atribuir responsabilidades a las comunidades mapuches. Luego, prometió la reconstrucción total de las viviendas y el reemplazo de talleres y herramientas de trabajo. Finalmente, en su última visita llevó un lote reducido de herramientas, recorrió las zonas afectadas junto a camarógrafos, y no volvió a la localidad.
Fuente: Tiempo Argentino.