Entre bombardeos recíprocos, acusaciones cruzadas y falta de acuerdo para el comercio de granos en el Mar Negro, el fin de la guerra entre Rusia y Ucrania aparece como una posibilidad cada vez más improbable.
El Ministerio de Defensa de Rusia afirmó este martes haber logrado repeler un ataque de tres drones marinos ucranianos contra dos buques rusos que patrullaban en el Mar Negro, ocurrido en las primeras horas de la madrugada. «Las Fuerzas Armadas de Ucrania intentaron sin éxito atacar los patrulleros ‘Serguéi Kotov’ y ‘Vasili Bykov’ de la Flota del Mar Negro con tres lanchas no tripuladas», informó el comunicado oficial.
Se trata de un nuevo episodio de la guerra, en una secuencia que en los últimos días parece haber tomado forma de espiral, especialmente a partir de la finalización del acuerdo de comercialización de granos, firmado en julio del año pasado entre Rusia y Ucrania con auspicio de Turquía.
En las horas previas, tomó repercusión mundial el ataque ucraniano con aviones no tripulados a Moscú y a Crimea. Al respecto, el presidente Volodimir Zelenski había afirmado el fin de semana que «la guerra está volviendo gradualmente al territorio ruso». Por su parte, el vocero del gobierno de Putin, Dmitri Peskov, afirmó: «La amenaza existe y se están tomando medidas». No es el primer ataque con drones en territorio ruso en lo que va del año, ya que en mayo pasado se produjo uno en la capital, que incluso alcanzó las instalaciones del Kremlin.
La respuesta de Rusia no se hizo esperar, y sobrevino el bombardeo a la ciudad de Járkov, que es la segunda más grande de Ucrania. Los destrozos alcanzaron las instalaciones de una institución educativa. El jefe de policía de la región homónima, Volodimir Timoshko, afirmó que las fuerzas rusas dirigieron su ataque a «objetivos civiles y no civiles, infraestructura e instalaciones energéticas».
El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, iniciado tras la invasión ordenada por Vladimir Putin en febrero de 2022, atraviesa un periodo de gran incertidumbre. No solamente por la incógnita que genera la no renovación decidida por Rusia respecto al acuerdo de granos, que había permitido destrabar los cargamentos atascados en los puertos ucranianos de Odesa, Chernomorsk y Yuzhny. También, por la falta de efectividad que hasta acá mostró la llamada «contraofensiva ucraniana», que puede provocar un empantanamiento de la guerra y un desplazamiento progresivo de las acciones hacia territorio ruso.
Fuente: Télam
