Por Bárbara Komarovsky
En una entrevista concedida a La Patriada Web, el ex juez de la Corte Suprema de Justicia aseguró que un tribunal de ese tipo integrado, como hasta ahora, por solo por cuatro magistrados, «es muy manipulable» y afirmó que «toda concentración de poder es republicanamente peligrosa». Por ese motivo, se mostró a favor de ampliar la cantidad de miembros hasta unos 30, aunque divididos en salas que aborden distintos temas legales.
El exjuez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Eugenio Zaffaroni habla pausado y se ríe con todo el gesto. En una entrevista con La Patriada Web en su casa del barrio porteño de Flores, planteó que el Poder Judicial atraviesa una crisis que la mayoría de los jueces «no ven». Además, consideró que hay una «manipulación de determinados tribunales por ciertos jueces que se prestan a eso», una situación que se ordenaría ampliando la integración de la Corte. Para eso, propuso un tribunal conformado por 30 miembros divididos en salas.
«Una Corte de cuatro jueces solo existe en la República Argentina. Es muy manipulable: toda concentración de poder es republicanamente peligrosa«, aseguró.
Zaffaroni, en tanto, recordó que el máximo tribunal aún no se pronunció sobre la constitucionalidad del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/23, firmado a fines de diciembre pasado por el presidente Javier Milei, porque está «especulando», y enfatizó que «los jueces están asustados de los medios» de comunicación.
La Patriada Web: Usted plantea que la política debería hacerse cargo de reformar la institucionalización del Poder Judicial y que, en ese sentido, la incorporación de candidatos a la Corte Suprema no resolverá el problema. ¿Cómo cree que los jueces ven esta crisis judicial?
Eugenio Zaffaroni: No la ven. Un día se les va a venir abajo. La mayoría son personas que trabajan, hacen sus sentencias, tienen más o menos al día el juzgado a cargo y dicen «yo no entiendo nada de política». Entonces, la política se las hacen otros. Llegamos a esta situación por la institucionalización terriblemente defectuosa de nuestro Poder Judicial. ¿Sabe cómo se trabaja en la Corte? Desde hace más de un siglo, la Corte se atribuyó «pretorianamente», es decir por sí misma, la competencia para anular cualquier sentencia arbitraria. ¿Cuándo es arbitraria una sentencia? No se sabe. En consecuencia, todo aquel al que le sentenciaron en contra trata de ver si llega a la Corte. Nuestra Corte tiene 19.000 firmas al año, de las cuales, por inconstitucionalidad, debe haber 100 o 150 causas. Diecinueve mil firmas al año implica una decisión cada 20 minutos, incluyendo sábados y domingos, sin dormir. Obviamente eso es una ficción. Cuando fui juez de la Corte me traían un montón de carpetitas para firmar. Y hay otro problema: nadie conoce todo el Derecho. Llegan temas de familia, de quiebras, previsionales, laborales, administrativos, tributarios. Yo sé de Derecho Penal y Derecho Constitucional. En mi vida miré algo de Derecho Administrativo por curiosidad y no sé más nada. Di las materias hace 60 años. Entonces sobre esos temas no resuelven los jueces, sino un equipo. Y los jueces firman. Si tuvieran que resolver ellos sería como si pusieran a un especialista de garganta a operar el cerebro; tiene un cementerio propio. Hay un problema que es el marcado desprestigio público del Poder Judicial, que se explica por muchas razones, y hay algunas conductas institucionalmente patológicas de los tribunales federales de Comodoro Py. Además, hay una cuestión verdaderamente insólita. Todos los poderes judiciales del mundo tienen tres funciones: declarar la inconstitucionalidad de las leyes; unificar los criterios de interpretación de las leyes, que significa hacer la tarea de casación; y resolver los conflictos. Las dos primeras funciones no las tenemos; es un caso único en el mundo en el mundo. La jurisprudencia constitucional de la Corte no es obligatoria, a diferencia de Estados Unidos; allí cuando la Corte Suprema declara la inconstitucionalidad de una ley, todos los jueces tienen que hacer la venia.
La Patriada Web: ¿Y cómo se podría solucionar eso?
Eugenio Zaffaroni: Es muy simple. Por suerte, nuestra Constitución no dice cuántos jueces integran la Corte Suprema, de modo que podemos tener 30 jueces para hacer casación. La Corte de Casación francesa tiene 120 jueces, la italiana tiene 60 y pico y el tribunal supremo español, cerca de 60. La magistratura argentina no ejerce la función de casación que unifique los dispares criterios interpretativos de los fueros federales y de las 23 provincias, de modo que nuestros códigos pueden ser interpretados por los jueces de hasta 24 modos diferentes. Así un contrato puede ser válido de un lado del río y nulo del otro lado, como también una conducta puede ser delito de un lado de un retén policial y no del otro. Nada impide que tengamos una Corte de 30 jueces dividida en salas y que resuelva cuestiones de constitucionalidad y casación con integrantes conozcan la materia. Hay otra cosa que es perfectamente posible de hacer. Cualquier cuerpo puede declarar la inconstitucionalidad de una ley. Entonces, ¿por qué hay que seguir todas las instancias hasta llegar a la Corte? Pienso que cualquier juez, incluso uno de paz, podría declarar la inconstitucionalidad de una ley y de ahí, por un per sáltum, que se vaya a la Corte. Una cuestión de inconstitucionalidad hay que resolverla urgente. Cuando me preguntan si a lo largo de la historia nadie se dio cuenta de esto, me remito a Arturo Sampay, autor de la Constitución de 1949, allí está resuelto. Esa Constitución estuvo vigente sólo seis años.
La Patriada Web: Esta reorganización de la Corte que plantea, ¿debería extenderse hacia los juzgados de primera instancia y a las cámaras?
Eugenio Zaffaroni: El Poder Judicial es una burocracia. Si uno ordena la cabeza, lo demás se ordena. Me refiero a burocracia en el buen sentido, en el sentido de la eficacia.
La Patriada Web: ¿Quién cree que determina hoy la política judicial? ¿El Consejo de la Magistratura? ¿El Ministerio de Justicia?
Eugenio Zaffaroni: Lo que hay es una manipulación de determinados tribunales por parte de ciertos jueces que se prestan a eso. Si se ordena arriba, eso se depura solo. Cuando se proyecta una institución, lo que hay que pensar no es que van a llegar los mejores o los más santos; un día van a llegar los peores. La Corte que yo integré, que éramos «los siete locos», con Elena (Highton de Nolasco), Carmen (Argibay), (Enrique) Petracchi y (Carlos) Fayt teníamos experiencia en el ámbito judicial. Y en lo judicial uno aprende a cuidar la imagen de la empresa. Teníamos diferencias entre nosotros, pero nunca trascendían al público. Las arreglábamos entre nosotros, a veces medio a las trompadas, pero después salíamos en la foto de fin de año todos sonrientes. Hoy se perdió todo eso: estos cuatro que están en la Corte nunca fueron jueces. Nunca. Ninguno de los cuatro. Y se pelean como si estuvieran disputándose algún lío dentro de la unidad básica del barrio. Yo no sé cómo firman sentencias juntos.
La Patriada Web: ¿Por qué cree que todavía la Corte no se pronunció sobre el DNU 70/23?
Eugenio Zaffaroni: Porque está especulando. El otro día, después de 23 años, lo mandaron preso a Enrique Mathov, ex secretario de Seguridad de Fernando de la Rúa, por la represión en diciembre de 2001. ¿Cuántos casos de genocidas tiene la Corte? La Corte es el único tribunal que no tiene términos para resolver. Y como prueba está lo que pasó con el Consejo de la Magistratura. El expediente se guardó durante 15 años, y a los 15 años lo sacó del cajón y dijo: «Ah, era inconstitucional». Y no solo eso, sino que, además, dijo que quedaba vigente la ley anterior que había sido derogada. Porque cuando uno declara la inconstitucionalidad de una ley, el Congreso tiene que hacer una nueva. Pero en ese fallo los jueces dijeron que la ley anterior recobraba vigencia. Uno ve tantas aberraciones… Casualmente le daba la presidencia del Consejo al presidente de la Corte. El presidente de la Corte se votó para ser el presidente del Consejo.
La Patriada Web: En un reportaje sobre su rol como convencional constituyente en 1994 contó que renunció a la magistratura en los 90 porque regía un «populacherío punitivista». ¿Cree que eso sigue vigente en la justicia argentina?
Eugenio Zaffaroni: Sí, por supuesto. No sé si tanto en los fallos de la Justicia. Los jueces están asustados de los medios de comunicación; hay un riesgo frente a cualquier fallo de que lo «maten» los medios y que se prendan algunos políticos inescrupulosos. Entonces hoy se les van las feministas encima, se va este y el otro encima, y el tipo tiene miedo.
La Patriada Web: En ese mismo reportaje dijo que considera que la corporación política es más sincera que la corporación judicial. ¿Por qué?
Eugenio Zaffaroni: Porque la corporación política pelea poder y no se puede ocultar. Si hay cinco radicales que se dan vuelta de un día para el otro, se ve lo que hicieron. Es manifiesto, obvio.
La Patriada Web: Si se sumaran Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, los candidatos propuestos por el Gobierno para integrar la Corte, ¿puede haber una vuelta a la mayoría automática de los años 90?
Eugenio Zaffaroni: Sí, claro, puede pasar. Una Corte de cuatro miembros solo la tiene la República Argentina. Es muy manipulable: toda concentración de poder es republicanamente peligrosa.
La Patriada Web: Cuando lo convocaron para integrar la Corte en 2003 dijo que consideraba que tenía que haber una mujer en el máximo tribunal. ¿Piensa que la Corte tiene que tener una paridad de género de 50 y 50?
Eugenio Zaffaroni: Yo espero que un día esa discusión termine y que las mujeres lleguen porque llegan. Una Corte en la que no haya ninguna mujer es un poco raro. Pero no pienso que tenga que haber un cupo. En la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, en 1996, se estableció que el Superior Tribunal no podía estar integrado por todas personas del mismo género y salieron dos mujeres y tres hombres en la composición original del tribunal.
La Patriada Web: Hay numerosas propuestas de reforma del Estado que está encarando el gobierno de Javier Milei. ¿Considera que la Justicia va a frenar alguna de ellas?
Eugenio Zaffaroni: No sé lo que puede hacer la Justicia. Yo insisto en que no tenemos un Poder Judicial: tenemos una estructura institucional que no garantiza nada, entonces puede salir cualquier cosa.
La Patriada Web: En septiembre se cumplieron 40 años de la presentación del informe «Nunca Más» de la Conadep al expresidente Raúl Alfonsín. ¿Es posible sostener las políticas de memoria como políticas de Estado?
Eugenio Zaffaroni: Entiendo que sí. En un determinado momento habrá que darles la prisión domiciliaria a los genocidas. Cuando integré la Corte, lo hemos hecho. No estoy hablando de otorgar un indulto ni nada por el estilo. Yo no soy partidario de la pena perpetua para nadie. Nos estamos olvidando un poco de lo que pasó.
La Patriada Web: ¿Algún deseo respecto de las reformas que pueda haber en el Poder Judicial?
Eugenio Zaffaroni: Tenemos que institucionalizar nuestro Poder Judicial. Y esto no lo digo yo, sino que lo dijo Sampay en 1949. Hay una omisión de la política, pero también hay una omisión de los propios integrantes del Poder Judicial y, sobre todo, de la academia.
La Patriada Web: Si tuviera que pensar en la formación de los jueces, ¿qué atributos cree que no podría dejar de tener un juez?
Eugenio Zaffaroni: Valentía. Si yo me asusto porque se me va a venir encima fulanito, porque me van a decir no sé qué en los medios, bueno, mejor que me vaya a mi casa. No puedo meter 30 años de prisión a alguien por miedo. Yo creo que es más necesaria la valentía que la sapiencia.
Juicio por jurados
La Patriada Web: ¿Cómo analiza la implementación del juicio por jurados?
Eugenio Zaffaroni: Es un sistema muy caro. Con el procedimiento que tenemos, los jurados se van a la casa y vuelven. Si alguno adelanta su opinión, hay que anular todo. Además, hay una dificultad técnica: si una persona le da una puñalada a otra, lo puede decir cualquier persona. Pero después el jurado no sabe si eso fue en legítima defensa o no y en dos minutos el juez no le puede explicar qué es la legítima defensa ni qué es un inimputable. Lo que sí soy partidario es que haya dos ciudadanos junto a los tres jueces.
La Patriada Web: ¿Y cómo sería eso?
Eugenio Zaffaroni: En Italia, por ejemplo, el tribunal se integra con tres jueces técnicos y dos ciudadanos por sorteo y ejercen un control sobre lo que hacen los tres jueces, que tienen que convencer a los dos ciudadanos. Si los dos ciudadanos no tienen la instrucción jurídica, los tres jueces se la tienen que explicar un poco más y convencerlos.