En el primer piso de la mansión de la calle 6 Rue Cimarosa, custodiado por las banderas argentina y francesa y un piano de cola a su izquierda, el presidente Alberto Fernández realizó un balance de su paso por la capital francesa, se refirió a su relación con Emmanuel Macron y explicó cómo afecta la guerra entre Rusia y Ucrania tanto desde lo económico como desde la seguridad ante la cuestión de la central nuclear de Zaporiyia. También relató la reunión que sostuvo por la cuestión venezolana con Macron y el mandatario colombiana Gustavo Petro, la canciller noruega Anniken Huitfeldt y los representantes bolivarianos oficialistas y opositores. Más tarde, respondió a las preguntas de los periodistas que acompañan la comitiva oficial. Allí fue consultado tanto por la eliminación de las PASO como la posibilidad de que efectivamente la titular del FMI, Kristalina Georgieva, apruebe la entrega de los Derechos Especiales de Giro (DEG). Utilizó, por otra parte, términos similares a Cristina Fernández de Kirchner afirmando que hará lo que sea necesario para que no triunfen los que llevaron al país a esta situación y sostuvo la posición vertida el día del militante del año pasado: que se elijan los candidatos en las PASO.
Luego de agradecer “la generosidad” de Macron, explicó que comparte con su anfitrión “una mirada común sobre problemas que afectan a las mejores condiciones del desarrollo humano”. “Temas vinculados al clima, temas vinculados al género, temas vinculados a la discriminación, temas vinculados a la paz, temas vinculados a los derechos humanos también”, completó.
Entre la ponderación de la buena sintonía entre ambos para hablar del contexto regional en Sudamérica y la guerra en Ucrania, expresó que “el mundo debe recuperar la paz inexorablemente”. “Nada hay más revolucionario en el presente que recuperar la paz. La verdadera revolución es alcanzar la paz en el mundo. Y en eso estoy empeñado, en eso estoy trabajando y en ese sentido seguiremos trabajando”, fundamentó.
Después, fue el turno de las preguntas de los periodistas en conferencia de prensa.
-Presidente, focalizando el tema en la guerra en Ucrania, ¿piensa llevar una propuesta concreta a la Cumbre de Líderes del G20?¿Analizaron la posibilidad de que usted y Macron se dirijan a algún punto del mundo para encontrar justamente a las dos partes y ver si se puede llegar a un acuerdo?
Yo entiendo que la propuesta no debe ser de un país individual sino que debe ser una propuesta más amplia y por eso insisto en que la discusión salga del Hemisferio Norte y se traslade a todo el mundo. Cuando participamos en el G7, estuvo también la Unión Africana, India, Indonesia. La idea era decirle al G7 que ese no era un problema de la OTAN con Rusia ni era un problema de Europa con Rusia, ni era un problema de Rusia con los Estados Unidos, era un problema del mundo y que el hemisferio sur estaba pasándola muy mal. En un escenario en el que la FAO está preanunciando una hambruna que va a alcanzar a 300 millones de habitantes que en su mayoría está en el Hemisferio Sur, vengo planteando que encontremos una solución entre todos y que entendamos, salgamos de la lógica bélica de dos que se pelean y tratemos de buscar una solución global. Yo quiero que Argentina esté sentada en esa mesa de la solución porque quiero encontrar una solución. Y lo que quedamos con el presidente Macron es hablar con otros líderes en el G20 para ver si podemos tener algún tipo de acciones, ya más concretas, en favor de constituir una mesa que recupere el diálogo y que empiece por el cese del fuego.
Y también yo insisto en este punto para que todas las partes asuman un compromiso por no usar armas nucleares y por no bombardear centrales energéticas nucleares. Gracias a Dios, con Macron nos entendemos muy bien, así que yo confío que algún paso en ese sentido podamos dar en el G20. Pero ya no depende de nosotros dos, depende también de la voluntad de otros.
-Mi pregunta va relacionada con una de las reuniones que usted va a tener en los próximos días en Bali, con Kristalina Georgieva, titular del Fondo Monetario Internacional, donde entendemos se va a tratar el tema de los sobrecargos y una posible reducción de ellos. ¿Cree que en esta oportunidad puntualmente puede haber novedades sobre ello? ¿Considera que el Fondo va a crear, como hizo en su momento para la pandemia, un fondo de emergencia pero en este caso vinculado a la guerra de Ucrania y su impacto en el mundo?
En la última charla que tuve con Kristalina Georgieva yo le planteé las dos cosas de las que usted está hablando. En primer lugar, le hice notar cómo los efectos de la guerra estaban dañando a todo el mundo, no solamente a Europa, no solamente a Rusia y a Ucrania, sino que a la Argentina concretamente la guerra le costó 5.000 millones de dólares. Que debimos pagar de más como consecuencia del costo de la energía, como consecuencia del costo de los fertilizantes, como consecuencia del costo de los alimentos. Y le volví a plantear la necesidad de que, de una vez por todas, se revisen los sobrecargos que a nuestro juicio son mecanismos muy injustos que afectan a los países más castigados por las deudas y que, en un caso como Argentina, además es consecuencia de un endeudamiento absolutamente irresponsable que se tomó.
Ayer le volví a plantear al presidente el tema de los sobrecargos. Le pedí que por favor Francia nos acompañe con el planteo. Y también le llamé la atención con un tema que por ahí no todos advierten: sobrecargos también está pagando Ucrania. Es un muy buen momento para que los programas sean revisados a partir de lo que ha ocurrido a partir de la guerra. Y seguramente será parte de la conversación porque será a continuación de esa conversación telefónica que tuve con ella donde todos estos temas los hablamos.
-Ayer, en la reunión que ustedes mantuvieron con los negociadores de Venezuela, se habló de un relanzamiento de las negociaciones y esto implica que los negociadores hacen su propia agenda sobre lo que tienen que resolver ellos y los cuatro presidentes actúan como facilitadores. Ahora, hay un andarivel donde seguramente se va a necesitar de los Estados Unidos para que terminen el bloqueo económico y las sanciones financieras. ¿Antes de la reunión, o quizás después, va a haber algún contacto con los distintos organismos del país del norte?
Obviamente, en todas las conversaciones con el Consejo de Seguridad de los Estados Unidos el tema Venezuela conmigo siempre estuvo presente. Y siempre le he dicho lo que yo particularmente creía, que es exactamente lo mismo que dije ayer y exactamente lo mismo que diré mañana si la situación es la misma.
-¿En este marco usted podría decir que, en la última conversación que tuvo con Jake Sullivan -que es el principal consejero de Seguridad de Joe Biden-, trataron el asunto y ellos están proclives a avanzar o la respuesta fue “vamos a ir viendo”?
No, la última conversación que tuve con Sullivan no versó sobre el tema Venezuela. De cualquier manera entiendo que es un tema complejo para los Estados Unidos y, en todo caso, hay que también respetar los tiempos de Estados Unidos para ver cómo se resuelve este problema. Y lo que creo, lo que espero es que tenga Estados Unidos la misma vocación que nosotros de que en Venezuela se recupere la convivencia democrática y la plena institucionalidad. Nosotros trabajamos para eso, exclusivamente para eso. Nosotros trabajamos para que en Venezuela ya no haya más denuncias por violaciones a los derechos humanos, ni haya más denuncias por proscripciones políticas. Trabajamos para que el sistema institucional funcione plenamente y el sistema de derechos humanos funcione plenamente.
-Lo llevo un poco al plano doméstico. Le quería consultar por qué el gobierno optó por el bono para los trabajadores y no por la suma fija. Algunos socios del Frente de Todos venían reclamando eso. Sabemos que hay una situación compleja con el tema inflación orillando los 100 puntos y esa diferencia entre bono y suma fija es que uno es más eventual y el otro es más permanente. ¿Por qué eligió eso, por qué priorizó así?
Porque en la Argentina las paritarias funcionan plenamente y lo que hay que hacer es dejarlas. Y las paritarias han tenido en cuenta toda esa realidad. Y la verdad es que interferir con una suma fija a los salarios más bajos también genera muchos problemas en muchos lugares, porque los salarios más bajos están en los municipios y están en los pequeños comercios, y el riesgo que se corre en ese caso es generar un problema fiscal en los municipios y otro también en muchos pequeños comercios, que no tengo ninguna duda lo resolverían haciendo que sus empleados salgan de la formalidad para pasarlos a la informalidad. Lo que nosotros tenemos que recuperar es el salario de todos, incluyendo a los de más bajos ingresos y nosotros confiamos que el método de la paritaria es el método adecuado. En la emergencia, llegando a fin de año, entendemos que hay salarios más postergados y a ellos vamos a tratar de ir en su auxilio.
-¿Cómo?
Con bono.
-¿Cuándo?
Cuando lleguemos a Buenos Aires lo veremos.
Se va a cumplir justo un año del acto del Día del Militante, cuando usted planteó dirimir las candidaturas en una gran interna, todas las candidaturas, no solo la presidencial. Le quería preguntar si sigue pensando lo mismo, si mantiene esa idea, si confía en sus posibilidades de ser reelecto. Y a la luz de los cuestionamientos, algunos surgidos desde La Cámpora y desde el kirchnerismo, si puede eventualmente declinar su candidatura o de qué depende si va a ser o no candidato.
Yo pensé que en París íbamos a evitar estas cosas pero veo que ni París me hace evitar estas cosas. Pero es muy simple: lo que yo dije el 17 de noviembre es lo que creo. La verdad es que creo que esa idea que tuvo Cristina de poner las PASO fue una gran idea para abrir los partidos políticos y que los partidos políticos no se conviertan en un lugar cerrado de los dirigentes. Yo valoro mucho, lo dije en aquel entonces cuando la ley salió y lo vengo defendiendo desde siempre. Después, el resto son todas especulaciones, falta un año y no sabemos qué va a pasar de acá a dentro de un año. Yo tengo una preocupación y es que no vuelvan a ganar los mismos que pusieron a la Argentina de rodillas frente al mundo y hundieron a vastos sectores de la sociedad argentina en la pobreza y en la miseria y endeudaron a la Argentina durante generaciones. No quisiera que ellos vuelvan a gobernar la Argentina. Y para eso, haré todo lo que deba hacer.
-Hizo la presentación formal de Cecilia Todesca para la presidencia del BID. ¿Nos puede contar el objetivo? Considerando que esto requiere una negociación en términos regionales, porque hay un candidato de Brasil y porque hay varios candidatos más, ¿está trabajando, hubo conversaciones y cómo va a evolucionar en todo caso la negociación por el BID?
Nosotros fuimos muy críticos de la actitud de Estados Unidos cuando puso a Claver-Carone de presidente del BID. Rompió una tradición de muchos años, desde su creación, de que la presidencia del BID estaba en manos de países latinoamericanos. La ruptura de ese acuerdo siempre quise que viniera por una decisión del gobierno americano de dejar sin efecto esa propuesta y volver a llamar a elecciones para que Latinoamérica elija un candidato. Pero no ocurrió. El presidente que propuso los Estados Unidos se fue por otros motivos.
El BID fue creado en el año 59’, la Argentina es uno de los principales accionistas. Junto con Brasil, tiene el 11% de las acciones. Somos los segundos, después de Estados Unidos, que tiene alrededor del 30% de las acciones. Desde el surgimiento del BID, la Argentina jamás lo presidió. Y yo siento que la Argentina tiene los merecimientos necesarios para presidir el BID. Quise además que sea una mujer la que presida el BID, la que pueda llegar a presidir el BID. ¿Por qué quise esto? Porque creo que sería muy importante que, por primera vez, el banco de desarrollo más importante del continente esté en manos de una mujer. ¿Por qué Cecilia Todesca? Porque la conozco muchísimo, sé de sus cualidades personales, sé de su capacidad técnica, sé de su inmensa honestidad y sé que puede ser una maravillosa presidenta del BID, que no solo la va a aprovechar Argentina sino que la va a aprovechar todo el continente.
Estamos conversando, porque también lo que queremos no es imponer un candidato, es tratar de lograr un consenso donde todos veamos en ese candidato al mejor candidato para la región. Nosotros creemos que, ante los tiempos que vive el mundo y con la historia que el BID tiene, la Argentina ha propuesto una gran candidata para presidir el BID. Que es mujer, algo que el mundo también reclama. Y que tiene una mirada regional absolutamente integradora, algo que América Latina y el Caribe necesitan.