La estudiante de arte e integrante del colectivo Identidad Marrón, Flora Alvarado, contó a «Me gusta cuando callas» sobre la emergencia de Identidad Marrón.
«Surge desde la idea de encontrarnos desde nuestra corporalidad», dijo.
En ese sentido, manifestó que se dieron cuenta de que lo que les afectaba era el racismo y «era por nuestra corporalidad, por cómo nos veíamos».
«Darnos cuenta de que nos miraban raro, y que era por lo primero que se veía, nuestros rasgos, nuestro color de piel», prosiguió.
«Ahí surge lo marrón, como estrategia para llamar la atención y generar este concepto del genotipo marrón indígena», enfatizó.
El colectivo está compuesto por indígenas, migrantes, hijes de campesines, un espacio en el se dio el «ir viendo las similitudes en las historias mas allá de nuestros orígenes, de los lugares que habitábamos», contó.
Además, Flora Alvarado comentó que el colectivo tiene distintas ramas como la de artes visuales, audiovisuales, espacios de militancia por los pueblos indígenas, migrantes y campañas por el Aborto legal.
«Nos interpelan desde que color tienen los lugares como las villas, las cárceles, hasta el lugar de empleo, y todos los lugares precarizados que habitamos», añadió.
De ese modo, expresó que la discusión sobre el racismo estructural en el país, en el contexto latinoamericano, fue lo que propusieron traer a la mesa de debate.
«Hay que derribar el mito del exterminio de las poblaciones indígenas. No es así. Hasta el día de hoy continúan persistiendo comunidades indígenas y campesinas en sus territorios, y también han tenido que migrar para subsistir», afirmó.
«Nosotros también reconocemos que, al mencionar nuestros genotipos, es una forma de decir estamos acá, somos millones, y ocupamos un montón de espacios».
Por eso, a su juicio, la militancia desde el arte es una de las formas de empezar a derribar el racismo estructural.
Y «resaltar lo colectivo es importante», completó.
Fuente: Me gustas cuando callas – FM La Patriada.