Por Fabián Waldman
La disputa entre los candidatos derechistas es directa y, a priori, favorece al sector que encabeza Leandro Santoro.
El enfrentamiento de la centroderecha ofrece dos colores contrapuestos. El amarillo de los dueños de casa desde hace 18 años y el violeta que impulsan desde Casa Rosada. Sus principales figuras no dejan caer una miga al piso y atacan con todo lo disponible a cada uno de los alfiles contrarios.
La atomización del espectro derechista es un beneficio para terceros, en este caso la lista Celeste y Blanca, que lidera Leandro Santoro.
«Nosotros llevaremos la motosierra como principal argumento de debate». En Casa Rosada señalan que nacionalizarán la elección, el mismo argumento con el cual llegaron al Gobierno en diciembre de 2023. «Hay mucho para recortar». Para La Libertad Avanza (LLA) hay un despilfarro de recursos, con segundas líneas que tienen auto con chofer y gastos destinados a sostener el aparato político del gobierno local.
La disputa por la continuidad luego de 18 años al frente de CABA se pone en juego recién en 2027, pero esta antesala y la conformación de la Legislatura tendrá repercusión durante los 24 meses posteriores.
La candidatura de Manuel Adorni significa poner toda la carne en el asador para un Gobierno que no tiene suficientes figuritas para llenar el álbum. Desde Balcarce 50 indicaron a La Patriada Web que las mediciones observadas marcan el primer puesto para el vocero de Javier Milei; el segundo, para Leandro Santoro, de Es Ahora Buenos Aires; en tercer lugar, Horacio Rodríguez Larreta (MAD): y cuarta, Silvia Lospennato (PRO).
La responsabilidad de la campaña asumida por Karina Milei la hará también responsable en caso de una derrota libertaria a manos de los amarillos. El protagonismo y la centralidad de «El Jefe» pone en juego su armado político. Eduardo “Lule” Menem es quien trabaja en la rosca cotidiana desde un despacho ubicado también en el 1º piso de Casa Rosada.
El apotegma libertario sentencia que todo resultado es favorable, tanto una derrota para mostrar la incidencia de la casta como una victoria para indicar que están en el camino correcto. Pero la realidad parece no adaptarse a los planteos teóricos y la respuesta puede ser distinta a la esperada.
Esta mañana Jorge Macri encabezó un acto para la renovación del Centro Cultural General San Martín con una inversión de $35.000 millones. Una inversión en cultura es lo más alejado de la propuesta libertaria, quienes consideran que ese sector debe ser llevado adelante por los privados.
«Le dijeron comunista». En el entorno de Macri responden en tono de broma sobre las calificaciones que brindan desde el rincón de Adorni. Con el foco puesto en la clase media local, Jorge Macri remarcó la historia cultural de la ciudad. También la política económica como ariete para buscar votos entre los antikirchneristas que sufren los principios libertarios de la reducción del estado.
«El derrame no existe». Cerca de Jorge Macri van de punta contra una de las definiciones económicas ortodoxas más claras. Los aumentos en tarifas, transporte, combustibles, alimentos, indumentaria y alquileres pegan de lleno en el electorado que sostiene desde hace casi dos décadas al macrismo.
No acuerda con la definición del expresidente Mauricio Macri en la necesidad de producir una devaluación y descree de una salida crítica producida por la falta de dólares.
«Serán 1.000 dirigentes y militantes que caminarán los barrios tres veces por semana y 2.000 los sábados». Entre ellos habrá alrededor de 200 funcionarios. La estructura del Gobierno porteño estará puesta al servicio de la elección.
En años de compulsas electorales, los trabajadores municipales debían participar como «militantes» encubiertos. Este 2025 será mucho mayor el despliegue ante la posibilidad de perder el territorio.
«Cuando habla raspa. Es importante y va a estar muy presente en la campaña. Es la identidad del PRO». Mauricio Macri será protagonista principal asistiendo a los actos que le soliciten desde la dirección que conduce la diputada María Eugenia Vidal.