Por primera vez se incluyó el llamado a la «transición» para abandonar los combustibles fósiles. Mientras los países desarrollados se mostraron satisfechos y los países en vías de desarrollo presentaron dudas.
La Conferencia de las Partes sobre cambio climático (COP28) finalizó hoy con un histórico llamado a concretar «una transición» energética que permita abandonar progresivamente los combustibles fósiles, principales causantes del calentamiento del planeta.
El pronunciamiento, alcanzado luego de trabajosas negociaciones que surgieron tras una docena de jornadas de debates, fue reconocido por los países desarrollados, mientras que los del Tercer Mundo alertaron que no se ha conseguido «corregir el rumbo».
Pese a las críticas, la COP celebrada en Dubai, Emiratos Árabes Unidos, es la primera que logra mencionar el abandono de las energías fósiles, las que han sostenido la economía mundial en el último siglo a la vez que han generado más del 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El texto señala que la comunidad internacional «reconoce la necesidad de profundas, rápidas y duraderas reducciones de gases de efecto invernadero», y para ello «pide a las partes que contribuyan» con una lista de acciones climáticas, «de acuerdo a sus circunstancias nacionales».
La primera acción es «triplicar la capacidad energética renovable» y «duplicar la eficiencia energética media» de aquí a 2030.
Luego se propone «acelerar los esfuerzos para reducir progresivamente el carbón sin medidas de reducción», acelerar el uso de «combustibles con cero o bajas emisiones» y «efectuar una transición de los combustibles fósiles (…) de una manera justa, ordenada y equitativa».
Ello debe acelerarse «en esta década crucial para alcanzar la neutralidad de carbono en 2050», es decir, que las emisiones sean totalmente iguales a las medidas de compensación.
Para el Secretario Ejecutivo de ONU Clima, Simon Stiell, el resultado de las deliberaciones representa «el principio del fin» del uso de energías no renovables, y si bien admitió que «no se ha pasado página de la era de los combustibles fósiles», aclaró que el acuerdo es un «piso» y no un «techo».
En su discurso de clausura, Stiell aseguró que las iniciativas anunciadas «son un salvavidas para la acción climática, no una línea de meta» y ahora «todos los gobiernos y empresas deben convertir estos compromisos en resultados de economía real, sin demora».
«Más seguridad, estabilidad y protección para 8.000 millones de personas», mencionó Stiell quien se expresó a favor de un mayor empoderamiento de las mujeres como «poderosos agentes del cambio» y «un mayor aprovechamiento de la naturaleza», al tiempo animó a poner en pleno funcionamiento el Acuerdo de París.
Por su parte, el enviado presidencial de Estados Unidos para el clima, John Kerry, celebró el acuerdo y animó a los delegados presentes en la COP28 a «sentirse bien» por la declaración final de la cumbre.
«Todos aquí deberían sentirse bien (…) Estoy asombrado por el espíritu de cooperación que ha unido a todos», afirmó el exsecretario de Estado norteamericano.
China declaró por su parte que los países desarrollados deben «tomar la iniciativa» en la transición energética y brindar apoyo financiero a las naciones en desarrollo «sin demora».
«Los países desarrollados tienen una responsabilidad histórica inquebrantable por el cambio climático y, por lo tanto, deben tomar la iniciativa para embarcarse en el camino de los 1,5 ºC antes que el resto del mundo», dijo el viceministro chino de Medio Ambiente, Zhao Yingmin, al hablar en la cita en Dubai.
El ambiente general en el centro de convenciones de Dubai era hoy de cansancio y satisfacción, pero las voces divergentes también se dejaron oír.
El grupo de los Pequeños Estados Insulares, principales afectados por las inundaciones provocadas por el cambio climático, resaltaron que el pronunciamiento favorece «lo de siempre», es decir, la explotación desmedida de los recursos naturales.
El texto representa un «paso adelante» pero «no suministra el equilibrio necesario para reforzar la acción mundial», reaccionó el grupo.
Además, un representante de Samoa se quejó en la sesión plenaria de que el grupo ni siquiera estaban en la sala cuando el presidente de los EAU hizo una breve pausa para pedir objeciones.
Por su parte, la ministra de Ambiente colombiana, Susana Muhamad, subrayó que el texto «no reconoce que la producción de combustibles fósiles tiene que empezar a bajar».
Los países tuvieron que negociar un día más allá del cierre oficial de la COP28 para alcanzar un acuerdo.
La meta es llegar a 2050 con un balance de neutralidad de carbono, es decir, emitir la misma cantidad de CO2 que el ambiente pueda absorber, pero no deja claro que, para esa fecha, clave en el calendario de la batalla climática, los países hayan abandonado totalmente su dependencia de la energía fósil.
La presidencia emiratí organizó en Dubai una enorme conferencia, con más de 80.000 delegados, todo un récord, y ese mismo día -el 30 de noviembre- los países acordaron, tras un año de negociaciones, un fondo de daños y pérdidas para los países más afectados por el cambio climático.
A pesar de todas las promesas, el mundo aumenta invariablemente sus emisiones de gases de efecto invernadero, y los expertos advierten que, de aquí a 2030, los compromisos de reducciones propuestos en Dubai solo representarán una tercera parte del sacrificio necesario.
El planeta vivió en 2023 su año más caluroso desde que se tienen registros, aseguran los climatólogos.
Fuente: Télam.