La resolución respondió a una acción colectiva impulsada por el Ministerio Público de la Defensa.
El juzgado de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo N° 27 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a cargo del juez Guillermo Patricio Canepa, resolvió admitir la acción colectiva presentada por la Unidad Especializada en Relaciones de Consumo del Ministerio Público de la Defensa (MPD) porteño contra el Banco de Galicia.
La demanda, iniciada por la Defensora Coordinadora de la Unidad, Alejandra Lorena Lampolio, busca garantizar que los adultos mayores de 60 años cuenten con líneas telefónicas específicas y atención personalizada por operadores humanos para gestionar sus consultas y trámites financieros sin barreras tecnológicas.
El reclamo establece que el banco difunda claramente esta información en su página web, resúmenes de cuenta, sucursales físicas y en toda su publicidad.
Una resolución judicial promueve mejorar la atención a personas adultas mayores en el Banco Galicia.
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El MPD detectó que muchas personas mayores enfrentan dificultades para acceder a la atención bancaria debido a que «los canales digitales y telefónicos presentan barreras que dificultan la comunicación con un operador humano«, destacó un comunicado.
En muchos casos, agregó el MPD, los trámites son canalizados exclusivamente a través de opciones automatizadas, lo que genera frustración y en algunos casos desiste del intento de gestionar sus necesidades bancarias.
El reclamo presentado tiene como objetivo evitar una situación de discriminación digital que afecta a personas en situación de vulnerabilidad.
El tribunal evaluará la posibilidad de ordenar al Banco Galicia que publique de manera destacada las vías telefónicas de atención para adultos mayores en su página web, resúmenes de cuenta, sucursales y publicidades, como también que garantice la atención directa por parte de personal humano, permitiendo que el usuario acceda solo con su número de DNI, sin necesidad de utilizar claves digitales complejas.
Además, analizará si el banco tiene que asegurar que la información sea accesible y clara, evitando que las personas mayores tengan que navegar por opciones automatizadas sin obtener la asistencia que necesitan.