Martín Jáuregui falleció ayer, mientras cursaba un tratamiento contra la diabetes. A pesar de las dificultades que había tenido que atravesar, su persistencia para salir adelante y la contención de sus familiares, amigos y compañeros ilusionaba a quienes lo conocían con su recuperación.
La noticia se conoció anoche, como se conocen casi todas las noticias en la actualidad. «Ayer volvía a casa y en el Whatsapp me entró un mensaje que decía ‘Se murió Martín Jáuregui'», contó su compañero Carlos Barragán, conductor de Todos en Cuero en FM La Patriada, al leer un texto sobre quien conducía La kermesse de los sábados.
Jáuregui fue director de cine, escritor, guionista, productor, presentador de televisión y buceó en otros tantos oficios de la comunicación. Pero sobre todas las cosas fue un laburante apasionado.
Con una intensidad arrolladora, irrumpía en el estudio de la radio o en la redacción de esta emisora. Irradiaba entusiasmo y era incansable.
Las palabras de Barragán le hacen justicia:
Jáuregui estaba acá en, La Patriada, en los años del macrismo, cuando nosotros llegamos con Todos en Cuero, y fue nuestro primer fan. Fana, fana, fana, como Wang, entusiasta siempre, voluntarioso, frenético, hiperactivo, verborrágico. Acá lo tuvimos participando de nuestras guerras musicales, siempre del lado de Marcelo y de Litto Nebbia.
Jáuregui era muy peronista, muy compañero, y muy cercano a las Madres y las Abuelas de la plaza. Era un argentino exiliado y regresado, era un cacho de lo que a este país le hicieron los gorilas. Y era un cacho de lo que los peronistas hicieron por el país.
La última vez que lo vi estaba haciendo un programa para Canal 7 – de esos programas de viajar – y él viajaba todo el tiempo por el país. Hacer televisión y viajar es muy agotador. Hasta para Jáuregui, que a pesar de tener algunos años más que yo, parecía bastante más joven. Y viajaba por el país y me contaba que se agotaba y extrañaba a su familia porque decía que tenía que juntar plata por si volvían los gorilas.
Lo decía medio en broma y medio en serio, y es que los peronistas siempre andamos un poco escapando de esa guadaña, la de la miseria, la persecución, y la muerte, que siempre es gorila.
