Con la excusa de aplicar el llamado «protocolo antipiquetes«, la policía atacó a los jubilados y también a los periodistas que cubrían la movilización.

«Los que están mal son los jubilados, el cura no importa. Estábamos en la primera fila, dando la vuelta al Congreso, y en un momento empezaron a empujarnos fuerte y tiraron a una jubilada. Entonces nos acercamos para ayudarla y se quieren llevar preso a un compañero. Dijeron que estaba golpeando a la Policía, pero estaba parando los escudos», relató el padre Paco.

El sacerdote sufrió un corte debajo del ojo derecho, al parecer a causa de un golpe que le dio un policía con su escudo.

«Me siento bien. Seguramente me habrán dado con alguno de los escudos o con la mano. ¡No me di cuenta! Me tomaron los datos por si después me quiere llamar el fiscal», señaló.

También el candidato a legislador porteño de la izquierda, Lucas Bonfante, fue víctima de la represión policial en la protesta de los jubilados al ser gasedo en su rostro.