La premier de Dinamarca, Mette Frederiksen, reavivó el debate acerca de los potenciales riesgos de la inteligencia artificial (IA).
«Lo que acabo de leer no fue escrito por mí, o por ningún ser humano», dijo Frederiksen ante el Parlamento, tras leer un fragmento de su discurso. La premier confesó que utilizó un programa informático de IA para resaltar las capacidades de esta tecnología.
«Aunque no siempre dio en el clavo sobre los detalles del programa de trabajo del Gobierno o sobre puntuación (…) las capacidades (de ChatGPT) son a la vez fascinantes y aterradoras», aseguró la funcionaria.
La aparición del ChatGPT se ha convertido en la revolución tecnológica de los últimos tiempos. La creación de Sam Altman, CEO de Open AI, es capaz de responder cualquier pregunta que se le haga. Sus potencialidades están provocando serias inquietudes por sus posibles abusos. En este marco, el tema figura en el orden del día de una reunión comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea que se realizará hoy en Suecia.
Un grupo de empresarios y expertos advirtió ayer sobre la amenaza de «extinción» para la humanidad que supone el auge de esta tecnología, sobre todo en términos de desinformación o de sustitución masiva de empleados humanos.