Concluyó el plazo para los anuncios de gestión, en el marco de la campaña electoral. Todos los recursos orientados ahora a la planificación del debate presidencial del próximo domingo. | Por Fabián Waldman
“Cuando se abran las urnas vamos a saber, estamos haciendo todo lo que tenemos que hacer”. Así lo expresaba un alto funcionario ayer, en el acto en Dock Sud, inaugurando la planta depuradora de AySA. Su tono era afable, pero sin derrochar entusiasmo.
El 22 de octubre queda lejos pero no tanto. Se acabaron los actos con inauguraciones y los anuncios: ya se gastaron los últimos cartuchos. Y no fue poco juntar nuevamente los dos eslabones de la cadena. Por un lado, los más desprotegidos, aquellos trabajadores que no están registrados ni perciben ningún beneficio. Y del otro lado, aquellos que se han visto beneficiados con ganancias millonarias. Una medida esperada y apoyada desde las redes por Juan Grabois, ex contrincante de Sergio Massa en Unión por la Patria.
Otro funcionario señaló a FM La Patriada: “Participé en 35 actos y 17 inauguraciones, yo estoy más confiado y con más empuje. Pero no sé hasta dónde será el microclima”.
Para uno de los ediles presentes, que recibió a Massa en un par de actos seguidos en los últimos días, “se siente un clima diferente”.
La otra acción que ya se hace notar en el bolsillo es la devolución del IVA hasta $18.800 mensuales para los que ganan menos de $ 700.000, la mayoría de los mortales en Argentina. Los primeros días hubo algún inconveniente, pero ya se están percibiendo los retornos y en los supermercados de barrio se acercan a comprar más: “Arrancó a funcionar”, señalaron cerca del ministro bonaerense Leonardo Nardini.
Un fuerte viento llegaba desde el Río de la Plata, acompañado por la lluvia nieve dio marco al evento. Anunciado a las 12 y demorado más de treinta minutos, significó la puesta en valor una de las obras más importantes del gobierno de Alberto Fernández llevada a cabo por Malena Galmarini: brindar agua potable a más de 4.500.000 personas. Massa y el Presidente no estaban juntos en el escenario desde el 9 de julio en Saliqueló, cuando se abrió la válvula del Gasoducto Néstor Kirchner.
Fernández llevó hasta ayer una agenda paralela a la del candidato presidencial oficialista, pero con un vaso comunicante: el omnipresente Gabriel Katopodis. Al frente del ministerio de Obras Públicas, el que más ha contribuido en poner en valor los cuatro años del Frente de Todos, es sin lugar a dudas la pieza que ha quedado fuera de las candidaturas y que todos reconocen.
Llegaron en el helicóptero Alberto, Massa, Gabriela Cerruti y Julio Vitobello. Santiago Cafiero lo había hecho unos minutos antes por su lado. Fueron de la partida en el escenario también Jorge Ferraresi, intendente local; Nardini, el ministro de Obras Públicas bonaerense; Martín Sabatella, titular del ACUMAR; y José Luis Lingieri, jefe del gremio de los empleados de AySA.
“Es una obra espectacular, es parte de AySA y se hizo en momentos muy complejos, con inflación, con la pandemia, con toda la problemática del mundo, Permite el mejoramiento del servicio a 4.500.000 y luego se ampliará a 1.500.000 más de habitantes”, dijo Nardini a La Patriada.
De frente al debate
En el primer círculo de Massa ven un panorama más potable: “Estamos mejor”, señalan. Y destacan el escenario que visualizan con un Javier Milei cayendo y el ministro creciendo. Sostienen que: “Patricia Bullrich está al horno”. Pero hay acuerdo y números que muestran que las diferencias siguen siendo menores, porque “ninguno (de los candidatos) se mueve más allá de la banda de fluctuaciones que traemos desde las Paso”.
Al respecto, agregan que “Milei está en el valle y Massa en el pico gastando muchas balas”. El entornista no deja de verse satisfecho: “Con este escenario estamos muy bien. Falta un mes aún”.
La agenda del tigrense ya está definida casi en su totalidad, salvo detalles. La apuesta es ajustar en los municipios de la provincia de Buenos Aires y llegar a aquellas provincias donde van a crecer, especialmente en el norte. Así como también llevará una propuesta para cada localidad y al mismo tiempo una por segmento de población.
El sábado será dedicado enteramente a preparar el debate. Entrenar la inteligencia emocional es lo más importante, aseguran cerca del candidato, pues “de gestión sabe más que todos”. Para la gente que lo rodea, “más que inventar, hay que evitar equivocarse”.
