Las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires registraron demoras como consecuencia de las fallas en el funcionamiento de las máquinas de la Boleta Única Electrónica (BUE), lo que fue catalogado por la Justicia Electoral Nacional como una «impericia nunca antes vista».
Las elecciones en la Ciudad implementaron por primera vez un esquema combinado de boleta en papel para los cargos nacionales y una electrónica en las categorías locales. El funcionamiento deficiente de la BUE provocó demoras y largas filas, lo que permitió que se autorizara la extensión del horario de votación en algunos establecimientos.
La jueza federal, María Servini, mostró su preocupación por «el grado de improvisación» en el manejo de los dispositivos para elegir los precandidatos a jefe de Gobierno porteño y precisó que estaban fuera de servicio unas 240 máquinas.
Servini advirtió en un comunicado a la Cámara Nacional Electoral (CNE) sobre la «impericia nunca antes vista en la organización y ejecución de un proceso electoral» por parte del Instituto de Gestión Electoral porteño (IGE), el organismo que fue creado recientemente y debutó hoy en los comicios.
En contraposición, fuentes del Gobierno porteño manifestaron que las elecciones se desarrollaron «sin inconvenientes en los 1.097 establecimientos habilitados para tal fin» y puntualizaron que «sólo 87 máquinas habilitadas para la votación con la Boleta Única Electrónica, menos del 1 por ciento del total, registraron problemas en el inicio de la jornada que fueron subsanados».
Un ejemplo de los percances en las votaciones fue cuando Patricia Bullrich, precandidata a presidenta de Juntos por el Cambio, aseguró que la elección porteña «fue un desastre» y contó que tuvo que realizar entre siete u ocho intentos antes de poder imprimir la boleta electrónica.
Por su parte, el precandidato a Jefe de Gobierno porteño por Unión por la Patria (UxP), Leandro Santoro, pidió a la ciudadanía que «no afloje y vaya a votar» pese a los inconvenientes.
Fuente: Télam.
