Esta medida se suma a la reciente ejecución de una garantía por U$S 325 millones en el caso del Cupón PBI en Londres, aumentando la presión sobre Argentina en los tribunales internacionales.
La orden judicial se ejecutará a través de la Reserva Federal de Nueva York, donde se procederá al congelamiento de los fondos correspondientes.
La medida judicial no se limita al embargo inmediato de los 210 millones de dólares, sino que también incluye el congelamiento preventivo de otros 100 millones, ampliando el alcance de las restricciones sobre los activos argentinos en territorio estadounidense.
El fallo de Preska tiene su origen en la crisis de deuda argentina y los intentos posteriores de reestructuración, que dejaron a diversos fondos de inversión con reclamos pendientes. La reciente decisión de la Corte Suprema estadounidense de permitir embargos sobre activos del Estado argentino abrió la puerta para que acreedores como Attestor pudieran ejecutar sus reclamos de manera más efectiva.
Preska, conocida por su participación en casos anteriores relacionados con la deuda argentina, como el de YPF, fundamentó su decisión en el marco legal establecido por la máxima corte norteamericana. Esta resolución podría sentar un precedente significativo para otros casos similares pendientes en tribunales estadounidenses.
El impacto de esta decisión podría afectar la capacidad de Argentina para gestionar sus activos internacionales y complicar aún más su situación en los mercados globales.