Mar 20 2025
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Masculinidades, imperativos, poder y sufrimientos

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El antropólogo, docente e investigador, Hernán Palermo, dialogó con FM La Patriada sobre su libro La producción de la masculinidad en el mundo petrolero y aprovechó la ocasión para explicar precisamente que, cuando se habla de masculinidades, «hablamos en plural porque hay diversas».

«Un varón puede ejercer diversas masculinidades en relación al contexto en el que se encuentre», sostuvo, y también explicó que «lo que encontramos en el ejercicio de la masculinidad es la apropiación de aquello que es femenino, es decir la colonización del cuerpo de la mujer».

En ese sentido, puso el acento en el hecho de que «la masculinidad es un dispositivo de poder en las relaciones de género».

Aunque también dijo que ,«si bien por ser varones estamos en una situación de privilegio también nos expone a múltiples sufrimientos».

Por otra parte, Hermán Palermo contó que su hogar «es una casa feminista donde las tareas de cuidado y del hogar están divididas 50 y 50, y mi compañera es una militante feminista».

 

Masculinidad, historia y producción de conocimiento

Durante el transcurso de la entrevista con «Me gusta cuando callas», el antropólogo explicó cómo empezó a vincularse con su objeto de estudio.

«Como antropólogo e investigador en mi tesis doctoral (2006) investigué la privatización de YPF y las consecuencias en los trabajadores y las familias que estaban vinculadas a la empresa. Sobre todo los de la Patagonia Argentina», relató.

En esa misma línea, se refirió al giro temático sufrido a lo largo del trayecto de investigación.

«Cuando hice trabajo de campo, no tenía que ver con masculinidades ni género. Sucedieron una serie de situaciones, como por ejemplo, bromas de tipo ‘bueno, a Hernán hay que cuidarlo. Nadie le toque el culo’, o cosas por el estilo, que en aquel momento pasaba medio desapercibido, porque conozco el código de la masculinidad».

Sin embargo, «tiempo después empecé a reflexionar sobre ello a partir de mi lectura y sobre el estudio de género», sostuvo.

Hernán Palermo también recordó el momento de inflexión en su vida personal y contó que, luego del nacimiento de su primera hija mujer, «con una sensibilidad particular, empecé a reflexionar qué pasaba cuando yo iba al pozo de petróleo con estos hombres -machos petroleros- y yo -investigador porteño- un poco más joven, y hacía entrevistas en el medio de la boca de pozo, y todas las bromas que se jugaban alrededor de mi persona».

Entonces, en 2014, según su relato, comenzó con una investigación sobre masculinidades « y sobre lo que pasaba con estos hombres petroleros que tenían jornadas de 14 a 20 días en los pozos de petróleo, en ámbitos completamente masculinos, y qué pasaba con estos hombres cuando volvían a sus casas, donde se confrontaban con el ámbito ‘natural de la feminidad del hogar».

 

Teatro y petróleo 

También el investigador se refirió a la obra de teatro «Petróleo», escrita, producida, dirigida y actuada por las actrices Valeria Correa, Elisa Carricajo, Pilar Gamboa y Laura Paredes, en la que personifican a cuatro petroleros solitarios del sur.

«Cuando las chicas de Petróleo comienzan la obra, arribaron a mi libro y ahí empezamos a encontrarnos, a intercambiar. Hicimos una actividad en el 2019, en la Facultad de  Filosofía y Letras, donde encontramos muchos nexos comunicantes entre la investigación y la actuación», dijo.

Porque, «por un lado, -dijo- la actuación implica investigación. Ellas investigaron sobre el mundo del petróleo, y también la investigación implica además una puesta corporal. Esto que contaba de investigar en boca de pozo a petroleros. El investigador hace una puesta corporal en esa relación de sujeto investigador y sujeto investigado».

Por otro lado, recordó que él fue a una escuela primaria de varones, con lo cual «empiezan a aflorar situaciones del pasado de la vida de uno, donde tienen que ser interpelados por esta perspectiva».

«Cuando uno investiga en perspectiva de género, indudablemente e indefectiblemente, la vida de uno se pone en reflexión, porque está atravesado por situaciones de producción de la masculinidad. Es imperativo de la masculinidad», sostuvo.

 

Trabajadores petroleros

Por otra parte, sobre el escenario cotidiano compartido con los trabajadores petroleros y las conclusiones de la investigación, Hernán Palermo afirmó que, «cuando vuelven a sus casas, no es el estereotipo de varón que vuelve y golpea a su mujer o a sus hijos. Lo que encontré es un varón que vuelve a su casa y no cuadra».

«Encontré a un varón que duerme todo el día, obviamente por el desgaste corporal, y eso trastoca la dinámica familiar», prosiguió.

Además, «cuando los chicos son chicos, y están sordos porque el pozo de petróleo deja una dolencia en el oído y escuchan la televisión al mango, ahí molestan» y también generan una incomodidad en el entorno de la familia, añadió.

En ese sentido, apuntó al hecho de que lo que más encontró fue la narrativa de «me siento sapo de otro pozo».

«Los varones terminan yéndose, porque se encuentran sufriendo en el hogar, porque no se pueden vincular a esa dinámica, terminan encontrándose en bares con sus compañeros de trabajo, con lo cual lo que yo encontré es mucho sufrimiento de estos trabajadores petroleros».

«Otro tema es la cuestión del alcohol, que no está vinculado solamente con los trabajadores petroleros, sino que está vinculado con el consumo en varones. Estadísticamente, son los varones los que tienen mayor consumo problemático», consideró.

«Hay un hogar que funciona en su ausencia; estos imperativos de cómo debemos ser los varones también son estereotipos inalcanzables que generan mucha frustración y no hay que ir en el ámbito del petróleo; lo podemos ver en el ámbito de los varones en general».

De hecho, insistió en el hecho de que «el varón tiene que ser activo, fuerte, sexualmente potente, hay mucha mochila a razón de los imperativos que tenemos que cumplir».

Ser varón: la norma, los hábitos, el sufrimiento 

El antropólogo también se remontó a la década del 90 del siglo XX, en plena ola de privatizaciones de las empresas estatales durante el gobierno de Carlos Saúl Menem (1989-1999), y remarcó el drama de la desocupación que atravesaba a muchos varones.

«Lo que se dio en muchas ciudades fueron suicidios de varones por que no cumplían o no podían cumplir ese rol de proveedores que el mandato impone», aseveró.

Por ese motivo, a juicio de Palermo, «también hay que entender que el patriarcado nos impone una mochila».

«Y realmente podríamos vivir masculinidades más plenas cuando se derribe el patriarcado, que, además, nos impone a nosotros elementos que son muy caros para la concreción como sujetos».

En ese sentido, también subrayó cómo, cuando un hombre entra a lo femenino, «entra la feminización o es feminizado, es posible también ser sujeto de violencia».

«Lo que encontré en los ámbitos de petróleo, también me encontré con situaciones de violencias de carácter sexual, inclusive hubo un caso en el 2008 en Comodoro Rivadavia, que fue la violación de compañeros varones en el ámbito de petróleo», declaró.

«La violencia despoja al varón de esos significantes femeninos, lo forma en un verdadero hombre petrolero, ya que la violencia y la humillación son el monopolio del servicio a la masculinidad sobre la feminidad», completó.

Fuente: Me gustas cuando callas – FM La Patriada

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