Por Pablo Dipierri
Javier Milei está haciendo política. La carta que remitió ayer al Ministerio de Economía, con su firma y la de su compañera de fórmula, Victoria Villarruel, para dispensar a Sergio Massa de presentar el presupuesto el próximo 15 de septiembre se asemejó a la imagen de quien arroja una piedra en un estanque con el objetivo de que el agua haga olas.
Por más que el calibre de la piedra sea mínimo o se traduzca como una maniobra efectista, produce consecuencias porque el sistema está amodorrado. Y al mismo tiempo, ratifica que tampoco el libertario está solo en su oscura epopeya: la misiva no será una genialidad pero condensa astucia y muestra, además, que Milei se aviene a lo político.
Es, probablemente, una buena noticia para el peronismo, al paso que desplaza de la escena o confina aún más a Juntos por el Cambio.
El texto de los candidatos de La Libertad Avanza (LLA), por otro lado, solicita que se postergue la presentación de la ley de leyes hasta que culmine el acto eleccionario pero fecha ese punto para el 22 de octubre. Milei cree que gana en primera vuelta.
El párrafo aludido dice: “concluida esa instancia, el Poder Ejecutivo Nacional podría remitir a la Honorable Cámara de Diputados –en consenso con la fuerza política que resultare más votada en la convocatoria del 22 de octubre de 2023- el proyecto de Ley de Presupuesto”.
La nota cayó como baldazo de agua fría en el macrismo, el radicalismo y la Coalición Cívica, que mostraron un repentino apego a la norma y criticaron a su antagonista en el andarivel derecho del espectro ideológico argentino.
Sin embargo, las dos hojas cursadas por Milei y Villarruel también impactaron en el oficialismo. Si bien desde un despacho parlamentario enrolado con el kirchnerismo concedieron que la jugada evidenciaba que LLA quería recuperar la iniciativa después que Massa ganara centralidad por su despliegue en los últimos días, desde el entorno del ex jefe de bloque del Frente de Todos, Máximo Kirchner, arguyeron que no había que prestarle mayor atención. “Muestra un profundo desconocimiento de la ley, la medida la impulsa un candidato que tiene dos diputados y que solo ganó la PASO por 3 puntos”, bramaron.
Por lo demás, cerca del propio candidato presidencial de Unión por la Patria admitieron que “se evalúa” la idea planteada por Milei. “Mandamos a pedir opinión jurídica”, confirmaron a La Patriada, y ante la pregunta acerca de dónde remitieron esa consulta, contestaron que lo ignoraban.
El pelotazo de Milei obligó a Massa a esa respuesta para salir de la encerrona. Si rechazaba la propuesta, su adversario podía insistir públicamente elevando la apuesta y, si se allanaba al reclamo, se subsumía a una idea de su competidor.
No obstante, el cambio de piel que ensaya el libertario lo afinca en un terreno que aborrece. Se verá cómo capitaliza ese deslizamiento, cuya concreción lejos está de cualquier improvisación, y también habrá de esperarse cómo metaboliza el tigrense el ingreso de su challenger a la arena que mejor maneja él mismo.
Hasta el momento, la hoja de ruta que sigue la contienda parece trazada el en 5º Piso del Palacio de Economía. Tanto Milei como Massa están en el lugar que anhelaban el Frente Renovador y un sector del kirchnerismo.
Y como todavía no está dicha la última palabra, un detalle recogido en pasillos parlamentarios por este medio habilita suspicacias sobre probables sorpresas tácticas desde la cima del Senado. Un peronista disidente confesaba ayer que, así como la vicepresidenta Cristina Kirchner acertó con su pronóstico sobre los tres tercios electorales, el 14 de agosto empezó a conversar con todos los actores para comprender lo ocurrido y nutrirse de todas las visiones. “Ahora está redefiniendo la estrategia”, especuló ante La Patriada el dirigente. “¿A usted lo llamó?”, preguntó este cronista. “No me acuerdo”, respondió.