May 24 2025
May 24 2025

Murió Luis Felipe «Yuyo» Noé, uno de los artistas plásticos más reconocidos de la Argentina

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Tenía 91 años y había sufrido un ACV días atrás. Fue una figura clave de la Nueva Figuración y de los pintores más destacados de Latinoamérica.

El artista plástico e intelectual Luis Felipe «Yuyo» Noé murió este miércoles a los 91 años, maestro de la pintura argentina contemporánea reconocido a nivel mundial.

La noticia fue confirmada desde las redes sociales de su fundación, donde lo despidieron con sentidas palabras. «Con profundo pesar, desde la Fundación Luis Felipe Noé informamos el fallecimiento de Luis Felipe Noé, artista fundamental cuya obra y pensamiento transformaron de manera profunda el arte argentino y latinoamericano”, expresaron al comienzo del comunicado.

Tras sufrir un accidente cerebrovascular la semana pasada, el pintor murió rodeado por sus hijos Paula y Gastón, que llegaron desde Francia en los últimos días, y sus colaboradoras más íntimos.

En sus últimas declaraciones, Yuyo no dudó a la hora de opinar sobre distintos temas de actualidad. «Debo confesar que no es de mi simpatía. Para simplificar, Javier Milei me parece un verdadero desastre», sostuvo sobre la gestión del Gobierno en una entrevista que le concedió a Perfil en 2024, recordó la agencia Noticias Argentinas.

Noé fue uno de nuestros grandes artistas plásticos, un creador, un provocador y el generador de un movimiento que revolucionó la pintura argentina. Desde la década del sesenta venía cuestionando la pintura tradicional y propuso a sus colegas más notorios, como Rómulo Macció, Jorge de la Vega y Ernesto Deira, explorar una forma que superase la división entre la pintura abstracta y la figurativa. Así se formó un movimiento trascendente que se llamó Nueva figuración.

Noé obtuvo una beca del gobierno francés en 1961 y viajó a París con De la Vega, y más tarde se unieron Macció y Deira. Al contemplar a los grandes maestros de siglos anteriores, Noé tuvo clara su idea de ruptura: en una época tan diferente como la actual era preciso hacer lo contrario: trabajó sobre la idea de una visión quebrada, de cuadro dividido, finalmente el caos.

En 1965, obtuvo la beca Guggenheim y se fue a Nueva York. En sus muestras incluyó instalaciones, como Introducción al desmadre, del año anterior. Pero como eran difíciles de transportar, guardar y sobre todo vender, las abandonó. Al año siguiente ganó la beca Guggenheim por segunda vez. Después de ser convocado por diversas universidades y museos de diferentes países, Noé volvió a Buenos Aires en 1968. Había decidido dejar de pintar: según él, la pintura plana no le permitía ya reflejar su concepción del caos.

Durante los años en que dejó la pintura Noé se dedicó a la enseñanza, escribió libros y ensayos, fue curador y eventualmente retornó a las muestras, como la que hizo en el Museo Nacional de Bellas Artes en 2017.

A lo largo de su vida, «Yuyo» fue merecedor de muchos otros premios: el Premio Nacional Di Tella (1963), el Gran Premio de Honor del Fondo Nacional de las Artes (1997) y el Konex Brillante a las Artes Visuales (2002).

A su vez, la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires lo declaró Ciudadano Ilustre (2006).

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