Ante las presiones y sanciones ejercidas en la última semana por países de la OTAN y de la región, el líder de facto de Níger aseguró que no van a «ceder ante estas amenazas».
El nuevo líder de facto de Níger, Abdourahamane Tchiani, anunció que la junta militar que preside al país africano no entregará el control del gobierno, a pesar de las presiones internacionales. «Desestimamos completamente estas sanciones y nos negamos a ceder ante amenazas, sin importar de dónde vengan. Rechazamos cualquier interferencia en los asuntos internos de Níger», aseguró Tchiani, en un discurso televisado desde el Palacio presidencial en Niamey.
La semana pasada, oficiales del Ejército nigerino tomaron el Palacio y retuvieron al presidente electo Mohamed Bazoum, antes de anunciar el golpe de Estado a través de los medios de comunicación. Bazoum continúa detenido, mientras las potencias occidentales reclaman por su restitución. La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) lidera los esfuerzos por recobrar el status quo en la región del Sahel, que en los últimos años sufrió golpes de Estado en países vecinos a Níger, como Burkina Faso y Malí.
Abdel-Fatau Musah, comisionado de la CEDEAO para Asuntos Políticos, Paz y Seguridad, advirtió que existen posibilidades de un conflicto armado en la zona.
«La opción militar es el último recurso, pero nos tenemos que preparar para la eventualidad. Hay que demostrar que no solamente podemos ladrar, sino también morder», comunicó ayer Musah, en una conferencia de prensa en la capital de Nigeria, Abuya.
En los últimos días, Nigeria cortó el suministro eléctrico a Níger y bloqueó las fronteras, en una serie de sanciones que Tchiani calificó como «injustas, ilegales e inhumanas». Además, la CEDEAO expidió un ultimátum de una semana para que se devuelva el poder a Bazoum, amenazando con autorizar el uso de la fuerza en caso de no cumplir dentro del plazo.
Níger representaba uno de los últimos aliados de la OTAN en la lucha contra el yihadismo y la influencia rusa en el Sahel. En los últimos días, Estados Unidos y el Reino Unido evacuaron personal de sus embajadas en Niamey, mientras que Italia y Francia hicieron lo propio con cientos de ciudadanos europeos. Estos países, junto con Alemania, desplegaron alrededor de 3000 soldados en Níger para apoyar a la contrainsurgencia, según reportó Reuters.
Hoy por la tarde, cientos de personas se manifestaron en el centro de Niamey a favor del golpe, algunos de ellos con banderas rusas. La concentración, llevada a cabo en la Plaza de la Concertación, coincidió con el aniversario de la independencia de Níger de Francia. El martes, el oficial ucraniano Mykhailo Podolyak aseguró que Rusia se encuentra detrás del golpe: «Es una táctica rusa estándar. Buscan provocar inestabilidad y socavar el orden global», aseguró Podolyak.
Níger no solo constituye un país estratégico por su ubicación en el centro de áfrica occidental: además, es el séptimo productor de uranio más grande en el mundo.
Fuente: Reuters.