El presidente Alberto Fernández comunicó por Twitter que propiciará la conformación de una mesa política, cuya fecha de convocatoria, modalidad y composición todavía permanecen en la incógnita. «Cómo presidente del PJ, el partido más importante de nuestra coalición de Gobierno, he decidido convocar en los próximos días a la conformación de una mesa que diseñe las reglas electorales del Frente y la estrategia a seguir con miras a las distintas elecciones de este año», tipeó ayer el Jefe de Estado en la red social del pajarito a las 10:03, y desató una ola de cabildeos y repercusiones.
Las tapas de Clarín y La Nación dan por sentado que el kirchnerismo, representado fundamentalmente por La Cámpora, demandan que esa mesa sirva para la discusión política, contradiciendo los anhelos de Casa Rosada para circunscribir la dinámica al diseño de una estrategia electoral.
El primer mandatario expresó en ese sentido que apuesta a que gobernadores e intendentes definan «el núcleo dirigencial que represente a la fuerza territorial del Frente de Todos». «Es mi intención que los referentes que confluimos con miradas diversas en el peronismo, junto a referentes del Frente Renovador y de otras fuerzas políticas que participan del espacio, establezcamos las reglas de competencia que sostengan la unidad que nos lleve a la victoria».
La cruda interna peronista que recrudeció tras el tropiezo electoral del oficialismo en 2021 parecería no cejar siquiera con la tregua que fuentes del Gobierno deslizan que habrían pactado el Jefe de Estado y la vicepresidenta Cristina Kirchner, vía Telegram. Lo único que hace mermar las operaciones de prensa con el off the record es el tedio social frente al microclima político. Por más que existan especulaciones sobre posibles tironeos del mantel o buena parte de la intriga palaciega se juegue en la indagación de lo que pasa por debajo de la mesa, la zozobra cede paso a la moderada esperanza de que pueda delinearse un ámbito que garantice la competitividad del oficialismo frente a la oposición.
