“Especialmente en los períodos de crisis financieras se oye hablar profusamente de ‘psicología’ como de una causa eficiente de determinados fenómenos marginales. Psicología (desconfianza), pánico, etc. ¿Pero qué significa en este caso ‘psicología’? Es juna púdica forma velada de indicar la ‘política’, una determinada situación política. Ya que con frecuencia se entiende por ‘política’ la acción de las fracciones parlamentarias, los partidos, los periódicos y en general, toda acción que se realiza según una directiva evidente y predeterminada, se da el nombre de ‘psicología’ a los fenómenos elementales de masas, no predeterminados, no organizados, no dirigidos evidentemente, los cuales manifiestan una fractura de la unidad social entre gobernantes y gobernados. A través de estas ‘presiones psicológicas’ los gobernados expresan su desconfianza en los dirigentes y exigen que sean cambiadas las personas y las direcciones de la actividad financiera y, por ende, económica. Los ahorristas no invierten sus ahorros y los retiran de determinadas actividades que aparecen como particularmente riesgosas (…) La frecuente sucesión de tales crisis psicológicas indica que un organismo está enfermo, o sea que el conjunto social no está ya en condiciones de generar dirigentes capaces. Se trata por consiguiente de crisis políticas y también político-sociales de reagrupamiento dirigente. “ (Antonio Gramsci, Psicología y política)