El debate en torno a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) está activo en las dos coaliciones que se disputan las elecciones del año próximo y en ambos lados del espectro político partidario hay posiciones encontradas sobre la conveniencia de mantener o no esa herramienta democrática.
«Plantear la factibilidad de la celebración de las PASO en Argentina es un deporte nacional del último cuatrimestre de cada año par», señaló, en conversación con este medio, el politólogo y miembro del Centro de Investigación para la Calidad Democrática, Facundo Cruz.
Entre quienes consideran que las PASO son una especie de interna partidaria demasiado costosa para el Estado y quienes creen que esas votaciones son una herramienta que democratiza las candidaturas partidarias hay gradientes.
Aunque Cruz sostiene que se trata de un patrón de conducta de la política, en esta oportunidad, señala una singularidad: es la primera vez que un oficialismo llega a las PASO con tres liderazgos políticos que no parecen tener chances de alcanzar algún tipo de acuerdo en el armado de cara al 2023.
El oficialismo y las PASO
Este lunes, el ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro, anunció que trabaja en un proyecto para eliminar las elecciones parlamentarias de medio término y ayer su entorno sostuvo que «hay mucha coincidencia en este análisis de todas las fuerzas políticas por más que esto requiera de una reforma Constitucional».
Ese mismo día, Sergio Massa habló de «llamar a la mesa del Frente de Todos para que fije una única posición» pero en torno al tema de las PASO. Ese consejo que revoleó al aire el titular del Palacio de Hacienda parece difícil de concretar en un momento en el que la coalición oficialista ya no disimula los conflictos que la resquebrajan.
Todas las encuestas registran que Cristina Kirchner sigue siendo la figura que cosecha la mayor cantidad de votos en el oficialismo. El último sondeo publicado por el estudio Zuban Córdoba -con una muestra de 1.400 casos- registró que la actual titular del Senado tiene en su haber un piso de 28,1 por ciento de voto seguro-.
Aún con estos números en el horizonte, la Vicepresidenta no dejó entrever su voluntad en torno a un posible tercer mandato de cara al 2023.
Quien sí dio a entender que está en su deseo continuar al frente del Poder Ejecutivo fue Alberto Fernández. Aunque el primer mandatario esquivó la pregunta en torno a su reelección y dijo que «no es un tema que lo preocupa», sostuvo que en caso de que Massa tenga más chances para recibir el bastón presidencial, él no será «un obstáculo». Pero el titular de la cartera económica tampoco pareciera estar desesperado por tomar el timón en el próximo período.
Fernández definió a las PASO como «un gran instrumento para calificar a los candidatos», y dejó así asentada su postura sobre esa herramienta electoral, cuestionada desde otros sectores del oficialismo.
Ante la falta de una acuerdo en la conducción de la coalición gobernante, los cinco diputados que pertenecen a los movimientos sociales se posicionaron en contra de la eliminación. Es posible que tanto el Movimiento Evita, como Barrios de Pie y la CCC estén evaluando que tienen más chances de disputar espacios a través de las primarias que en una interna partidaria.
«Si quieren que haya elecciones habrá PASO o no PASO. En el peronismo, siempre creemos en la participación y en la construcción de mayorías», expresó Máximo Kirchner pero dejó picando que, más allá de la forma de elegir candidatos, le parece necesario acortar el tiempo entre las primarias y las generales.
«Si no, pasa lo que pasó en el 2019, cuando el daño que hizo Macri entre las PASO y la general fue terrible, y la Argentina perdió 20 mil millones de dólares», advirtió. Esa tercera posición puede llegar a prevalecer de cara a los próximos comicios. De acortarse los tiempos entre ambas votaciones, el oficialismo también contaría con más margen de maniobra para mejorar sus variables macroeconómicas frente a la contienda electoral.
Ésa es una posibilidad que Facundo Cruz no descarta: «No veo un contexto favorable para eliminar las PASO. La reforma nace muerta de entrada porque necesita un amplio apoyo de la mayoría del espectro político para implementarse. Pero es posible que haya una vía de diálogo para la reforma de alguno de sus puntos, como acortar los tiempos».
El politólogo tampoco descarta la posibilidad de eliminar la obligatoriedad de las primarias para aquellos espacios que lleguen a una lista de unidad: «Las PASO se vuelven una foto extremadamente real de las preferencias ciudadanas. Con gobiernos debilitados se potencia el temor de sostenerlas porque un mal resultado puede generar las condiciones para que se acreciente la debilidad», indicó.
A nivel nacional, Cruz resaltó que dado que la Presidencia no aparece bien posicionada en las encuestas de opinión, se genera un «incentivo» por parte de las gobernaciones para desacoplarse: «A los gobernadores no les sienta cómoda la primaria porque habilita que distintas líneas internas puedan disputar el poder» en cada distrito, señaló.
En ese sentido, vaticinó un calendario electoral «bastante desdoblado» para el año entrante.
«Va a haber una cantidad de provincias que van a adelantar sus elecciones, sobre todo, aquellas en las cuales la imagen presidencial no es muy alta y donde los liderazgos provinciales quieran continuar administrando esos distritos», consideró.
La herramienta que el propio kirchnerismo instaurara allá por 2011 y con la que la fórmula Kirchner- Boudou -sin rivales internos- obtuviera el 50,24 por ciento de los votos, ahora es cuestionada por ese mismo sector de la colación gobernante que se muestra más proclive a definir la interna desde adentro o a romperlo todo.
La oposición y las PASO
El portal web del diario Clarín del martes estampó la negativa de Rodríguez Larreta frente a la posible eliminación de las PASO. «Es como querer cambiar las reglas del fútbol a un mes del Mundial, es hacer trampa», titularon los editores del holding mediático, y consignaron que el Jefe de Gobierno atribuyó el intento de correr las primarias del mapa electoral a «presiones K».
Pero el diputado Luis Di Giacomo (Juntos Somos Río Negro) presentó un proyecto que no está ni cerca de lo expresado por uno de los líderes de la coalición opositora de la cual forma parte. El patagónico es autor de una iniciativa que busca derogar las elecciones primarias. Para Di Giacomo, en la práctica las PASO «no se dieron nunca».
«Todo lo paga el Estado, las boletas, la publicidad, el dinero para los partidos. Hay previstos en el Presupuesto 22.500 millones de pesos nada más que para las PASO del año que viene», señaló el legislador encolumnado en un posicionamiento que han sabido argumentar desde el PRO otrora.
En declaraciones a Radio Mitre, Elisa Carrió adelantó: «Si en Juntos por el Cambio no hay una lista honesta, iremos con mi candidatura». La interna de la coalición opositora cruje y las PASO aparecen como la única herramienta capaz de ordenar las disputas que escalan en un espacio político que se muestra cada vez menos junto y más por el cambio.
En un video que circuló en las últimas horas, Patricia Bullrich le dijo a Felipe Miguel: «La próxima te rompo la cara”. En el registro audiovisual, el exsenador Miguel Ángel Pichetto mira asombrado la escena que confirma que el ambiente en el frente opositor está picante.
Rodríguez Larreta tiene mejores números que los posibles contendientes dentro de la coalición de Juntos por el Cambio, según el sondeo de Zuban Córdoba, pero el candidato de la oposición que segundea a Cristina Kirchner en la intención de votos es el ultraderechista Javier Milei.
En JxC tampoco hay acuerdo frente a qué se debe hacer con las primarias pero, como señaló Cruz a este medio, esa herramienta electoral «se vuelve un instrumento útil para las oposiciones». Con el nivel de crispación que hay en ese frente, las PASO parecen ser la vía menos sangrienta para definir candidaturas para el año entrante.
Todo indica que el oficialismo no está en condiciones de acumular el apoyo necesario en el Parlamento para hacer la modificación normativa que implica eliminarlas en la próxima contienda electoral. Pero la posibilidad de acortar la distancia entre las primarias y las generales aparece como una tercera posición que tiene chances de juntar adeptos hacia ambos lados del debate.