Según los datos que arrojan los relevamientos efectuados por los Observatorios Nacional MuMalá; Lucía Peréz y «Ahora que si nos ven», en 2023 se produjeron más femicidios respecto al año anterior.
Los datos del relevamiento de femicidios en la Argentina durante el 2023, realizado por los Observatorios MuMalá; Lucía Pérez y «Ahora que si nos ven», informan que se produjeron entre 254 a 336 casos. Por su parte, la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN), que se encarga de elaborar el informe anual en base a los expedientes judiciales, aún no lo ha realizado.
Desde «Ahora que si nos ven», dieron a conocer las cifras de femicidios en Argentina del año 2023, elaboradas a partir del análisis de medios gráficos y digitales de todo el país, llevado adelante por la organización, que arrojó un total de 308 femicidios, 351 intentos de femicidio y 52 intentos de femicidio vinculado.
En la difusión de los datos, desde el Observatorio reclaman que «a 40 años de la vuelta de la democracia estamos viviendo momentos en los que la libertad es concebida como el sálvese quien pueda y ser libre para violentar, donde la igualdad de género es demonizada y los derechos se creen privilegios»; mientras que desde el Observatorio Lucía Pérez, que es el primer padrón autogestionado y público de violencia patriarcal de Argentina, creado por la organización Lavaca, destacan que el informe «es una tesis sobre la importancia de pensar la complejidad de la violencia desde el territorio». Según el Observatorio Lucía Pérez, de un total de 339 femicidios y travesticidios relevados en todo el país, diciembre fue el mes con más femicidios registrados que ascendieron a 40, lo que arroja 1 femicidio cada 24 horas en ese mes, mientras que hubo 340 intentos de femicidios denunciados.
En el caso del Observatorio Nacional MuMalá – «Mujeres, discidencias y derechos» – que presentó el informe del Registro Nacional de Femicidios, Femicidios Vinculados, Trans/Travesticidios y otras muertes violentas, correspondiente al año 2023, remarcan la preocupación por el vaciamiento de políticas públicas para prevenir la violencia de género y los femicidios y revela las formas más extremas de violencia de género ocurridas en todo el territorio argentino.
Desde el 1 de enero al 31 de diciembre de 2023, se registraron 254 femicidios, femicidios vinculados y trans- travesticidios. Es decir, 1 femidicio cada 34hs. En ese contexto, 52% de las víctimas tenían hijos o hijas, por lo que 284 niños, niñas y adolescentes se quedaron sin madres. De esa manera, se registró que hubo un aumento respecto a 2022, año en que se cometieron 233 femicidios y en 2021, donde se registró un total de 221.
De acuerdo a ese relevamiento, 64 son muertes violentas asociadas al género, vinculadas a economías delictivas o colaterales (narcotráfico, venganzas, deudas, etc.), y a delitos comunes (tales como robos, ajustes de cuenta, venganza y extorsión). Además, 65 muertes violentas de mujeres están en proceso de investigación (esperando autopsia y peritajes). Fueron 7 los suicidios feminicidas. El informe también detalla que 572 fueron los intentos de femicidios.
Las provincias que presentan tasas más altas de femicidios según este estudio son Neuquén (2,9), Chaco (2,2), Formosa (1,9) y Santiago del Estero (1,6). Y los meses que se registraron mayor cantidad de femicidios fueron los de marzo y seguidos por enero, abril y diciembre.
«Nos preocupan estas estadísticas y las políticas regresivas, represivas y de ajustes enunciadas y llevadas a cabo por Javier Milei. Quien además siempre ha sido negacionista de la violencia de género y otras situaciones de vulneración, inequidades e injusticias que atravesamos», aseguraron en sus redes sociales, al compartir los datos relevados, en el que se detalla que de los 254 femicidios, 220 son directos, 4 son trans/travesticidios, 10 vinculados de niñas/mujeres y 20 vinculados de niños/varones.
La edad promedio de las víctimas es de 34 años, y un 23% había denunciado a su agresor, de las cuales 64% tenía orden de restricción y 15% contaba con botón antipánico.
Mujeres y las disidencias, víctimas principales del ajuste de Milei
¿Cuáles son los peligros que representa un gobierno de ultraderecha para los derechos de las mujeres y diversidades? Si durante el gobierno de Alberto Fernández los femicidios no disminuyeron, aún cuando se haya arrogado el éxito de estar «poniendole fin al patriarcado», frente a un proyecto de país como el que plantea Javier Milei, la situación empeora debido a los retrocesos en políticas de género que ya comenzaron a ser evidentes.
Durante la campaña a presidente, Milei negó la existencia de la brecha salarial de género, como así también la violencia de género, y ahora, ya en sus funciones de presidente de la Nación, envió al Congreso el proyecto de Ley Ómnibus, que pretende delegar las facultades legislativas en el Poder Ejecutivo por dos años y modifica la Ley Micaela, en coincidencia con la degradación del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad en subsecretaría, que ahora pasó a llamarse «Subsecretaría de Protección Contra la Violencia de Género», y permanecerá bajo la órbita del nuevo Ministerio de Capital Humano.
«A pocos días de asumir ya se vio reflejado la rápida decisión de que las mujeres y disidencias seamos nuevamente las víctimas principales del ajuste en choque que lleva adelante. Eliminado una de las instituciones más importantes y estratégicas como era el Ministerio de las MGyD», remarcan desde el Observatorio Nacional MuMalá.
La Ley Micaela fue promulgada en 2009, luego del femicidio de la joven de 21 años, Micaela García, en manos de Sebastián Wagner. La modificación que plantea la Ley Ómnibus – nombrada «Ley de Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos», en referencia a la ley de Bases de Alberdi – limita el rango de acción de la Ley Micaela, que tiene por objetivo la concientización sobre violencia machista a funcionarios de los tres poderes alejados del tema, al establecer que la capacitación obligatoria en la temática «violencia familiar y contra la mujer», sea solo para «las personas que se desempeñen en la función pública en los organismos competentes en la materia», modificando así la obligatoriedad de la Ley Micaela de capacitación en género a todos los agentes del Estado.
En ese sentido, «Ahora que si nos ven» también plantea una disconformidad con las modificaciones que plantea el Presidente: «Si te indigna que jueces y juezas tomen decisiones que desprotegen y exponen a las mujeres, te debería indignar que se nieguen a implementar la Ley Micaela».
Otro de los puntos clave para analizar es el cambio en la concepción de la problematica de la violencia de género al ser nombrada en el proyecto de ley como «violencia familiar y contra la mujer», y deja de lado que la violencia contra las mujeres puede existir fuera del ámbito del hogar/doméstico. Los datos arrojan que ésta ocurre también en el trabajo , en la vía pública, en la casa del victimario, y otros lugares donde habitan las mujeres, que en 2023 sumaron casi un 30% de los casos relevados por el Observatorio Nacional MuMalá.