El economista Ricardo Arriazu aseguró hoy que sus colegas «creen que hay que devaluar» y se mostró en desacuerdo con ese razonamiento. «Si devaluamos explota todo por los aires, se acabó (el gobierno de Javier) Milei. Se acabó todo», alertó.
Ricardo Arriazu, economista, habló durante un almuerzo celebrado por el Rotary Club Argentino, realizado en el Hotel Libertador, de la Ciudad de Buenos Aires y coincidió con la postura del Gobierno de Javier Milei, persona con la que habla habitualmente, en el sentido de que piensa que aún no puede liberarse el cepo. Propuso «trabajar todos los días en sacar una medida que vaya flexibilizando».
El economista se mostró en desacuerdo con los colegas que «creen que hay que devaluar» y aseguró: «Si devaluamos explota todo por los aires, se acabó (el gobierno de Javier) Milei. Se acabó todo».
«Soy enemigo del cepo, pero para liberarlo se necesita un tipo de cambio estable», argumentó y dijo que si se habría el cepo al principio del Gobierno, se iba a producir una hiperinflación. En una estimación, confió que de acá a fin de año, el gobierno compraría US$ 6.000 millones de reservas, producto de las liquidaciones del sector exportar.
Arriazu consideró que el Gobierno aplicó un programa a «dos anclas», que consiste en bajar el gasto al bajar el déficit. «Lo importante acá es que el propio Presidente es quien quiere bajar el déficit y hasta ahora está funcionando», opinó.
Además, se refirió al PBI y dijo que tocó piso en mayo y que el consumo lo hizo en julio. «Ya dio vuelta. ¿Qué puede salir mal?: la política», manifestó.
El economista se mostró sorprendido al considerar que «sigue el apoyo a Milei tras la baja del salario» y calificó de «lamentable» las peleas del oficialismo en el Congreso, aunque destacó que eso «no afecta a la economía»
Arriazu dijo que el Gobierno debe encarar reformas más urgentes como bajar la carga impositiva y el gasto público. También apuntó a la carga financiera, quitar una por una las regulaciones y para finalizar mencionó la reforma laboral «que incluye una reforma jubilatoria».
El economista admitió que cree que el Gobierno se equivocó en pensar que las Leliq eran un problema y aseguró que fue un error la velocidad de la baja de las tasas de interés en junio.
Asimismo, apuntó contra las «políticas proteccionistas» y dijo que son las responsables de «empobrecer a los argentinos». Aseguró que sólo por gastar menos y no emitir la tasa de crecimiento sube 3% y un 3,8% si se le agrega el impacto por incremento de inversiones.