El actor, director de teatro y docente Rubén Szuchmacher mantuvo una larga conversación con FM La Patriada y recorrió temas del oficio teatral, como las diferencias entre la dirección y la puesta en escena, los avatares de un ensayo.
Además, también recordó la gran convocatoria que tuvo su versión del «Hamlet» en el teatro San Martín, que lo atribuyó especialmente al humor.
En cuanto a las diferencias entre la dirección y la puesta en escena, dijo que muchas veces se cree que dirigir tiene que ver con trabajar con los actores, mientras «la puesta en escena es poner floreros arriba del escenario».
«La dirección incluye la construcción, la composición en la escena», afirmó.
También en la noche de FM La Patriada, Rubén Szuchmacher precisó las divergencias entre la dirección y el proceso de escritura.
«Uno en la escritura trabaja con palabras, pero sólo puede trabajar con palabras. En cambio, nosotros los directores trabajamos, además de con las palabras, con la materialidad de las cosas. Trabajamos con las formas, trabajamos con el sonido, trabajamos con una cantidad de cosas que no son palabras», puntualizó.
En cuanto a la concepción que tiene de los ensayos, consideró que para él implica «un lugar donde uno va a tratar de ver si lo que se le ocurrió o lo que pensó es posible. Hay ensayos en lo que eso se hace más evidente. Depende también del tiempo», aseveró.
En ese sentido, explicó que si en apenas un mes hay que montar una obra extensa, «lo mejor es que trabajes rápido y tomes decisiones sin demasiadas dudas, que es lo que pasa en la ópera».
«A mí hay una cosa que me gusta mucho que tiene que ver con la posibilidad de rectificar, porque hasta que no se realiza yo no sé si eso es así. Soy una persona que no tengo certezas«, continuó.
Además, el director teatral resaltó la importancia de las reuniones con el equipo creativo, que son «fundamentales y, en mi caso, siempre están al comienzo. Yo no soy de los que llaman al iluminador los últimos cinco días para que termine de armar una cosa. Para mí están al principio».
La versión del Hamlet en el San Martín
En otro tramo de la conversación entre Szuchmacher y «Cosa de Negros», el director se hizo un espacio para hablar de la popularidad que adquirió la adaptación del «Hamlet» de Shakespeare en la sala Martín Coronado del San Martín, que durante 2019 convocó a casi 80.000 espectadores.
«El primer ensayo general que tuvimos con público, que era el público de familiares de empleados del teatro, y reían a carcajadas. Entonces, ahí entendí algo, que yo había creado conjuntamente con los actores un Hamlet comprensible y un Hamlet que se hacía cargo del humor», contó el director.
Y de eso se dio cuenta, según su relato, «cuando la gente se reía. Y se reía no de lo que hacíamos sino con lo que hacíamos. Entonces, esto me dio la pauta que el trabajo que hicimos con Lautaro Vilo de traducción y luego de adaptación había sido determinante, porque es una versión que todo el mundo entiende perfectamente».
«Conservamos la poética del original pero nunca a costa de que el espectador no entienda», aseguró.
Teatro, sociedad y política
Al ser consultado sobre si el teatro cumple una función social, que siempre enciende polémicas y debates en el ámbito cultural, Rubén Szuchmacher dijo: «Creo que a veces sí, y a veces no».
«Hay lugares y zonas donde puede cumplir una función social y es importante. Y en otros momentos es una pura condición artística. Yo no creo que el arte sea un servicio. El arte es arte. Entonces, el teatro a veces puede cumplir un rol social determinado, de socialización, de encuentro. Pero no todo el tiempo sucede esto», afirmó.
«Lo que siempre creo que el teatro es, es un gesto político, pero no por los materiales que tenga la obra, sino por ese lugar de encuentro. Esa particularidad que tiene el teatro, que no tienen otras artes, es que algo sucede por un lado mientras por el otro hay unos espectadores. Eso es pura política», completó.
Fuente: Cosa de Negros – FM La Patriada.