Jul 16 2025
Jul 16 2025

Senegal: la plataforma de gas offshore que pone en riego a la población local

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Una investigación realizada por The Associated Press, compara la esperanzadora promesa de crecimiento económico que llevaron a la comunidad de Saint-Louis las empresas de perforación, con la realidad que están viviendo los locales y su industria pesquera.

Cuando la plataforma de gas llegó frente a la costa de Saint-Louis, los residentes de este pueblo costero de Senegal encontraron motivos para la esperanza. La pesca fue durante mucho tiempo el alma de la comunidad, pero la industria se estaba enfrentando al cambio climático y al COVID-19. En ese sentido, los funcionarios prometieron que la perforación traería pronto miles de puestos de trabajo y la diversificación de la economía. Mientras que por su parte, los residentes afirmaron a The Associated Press que la plataforma solo ha traído una ola de problemas, desempleo y todavía más pobreza.

Para dar paso a la perforación de unos 425 mil millones de metros cúbicos de gas natural, descubiertos frente a las costas de Senegal y la vecina Mauritania en África occidental en 2015, se cortó el acceso a aguas fértiles para la pesca, con la creación de una zona de exclusión que impide a los pescadores trabajar en la zona.

Al principio, las áreas restringidas eran pequeñas, pero se expandieron a 1,6 kilómetros cuadrados, aproximadamente del tamaño de 300 campos de fútbol, ​​con la construcción de la plataforma que se asoma a unos 10 kilómetros de la costa.

Pronto el trabajo superó a la “diattara”, palabra en el idioma Wolof local que refiere al fértil caladero que se encuentra en el fondo del océano debajo de la plataforma. Con el 90% de las 250.000 personas de la ciudad dependiendo de la pesca para obtener ingresos, la captura (y su ganancia) se estaban reduciendo de pequeños baldes de pescados hasta la nada misma.

Saint-Louis, el centro histórico de pesca de Senegal, ha enfrentado muchos problemas durante la última década. La erosión del mar por el cambio climático arrasó con las casas, obligando a los habitantes a mudarse. Miles de arrastreros industriales extranjeros, muchos de ellos ilegales, capturaban grandes cantidades de pescado, haciendo que los pesqueros locales en pequeños botes de madera no pudieran competir. La pandemia de COVID-19 cerró las ventas en el mercado de los pequeños recorridos que podían manejar.

La plataforma fue la gota que rebalsó el vaso para Saint-Louis, lugareños, funcionarios y defensores afirman que  fue lo que empujó la ciudad al borde del desastre económico. Los beneficios prometidos por el descubrimiento inicial de energía frente a la costa no se han materializado. La producción acordada de gas natural licuado, planificada por una asociación entre los gigantes mundiales del gas y petróleo, BP y Kosmos Energy, y las compañías petroleras estatales de Senegal y Mauritania, aún no ha comenzado.

Tradicionalmente, mientras hijos, maridos y padres pasan semanas en el mar capturando pescados, muchas mujeres se ganan la vida procesándolo. Pero con las restricciones, las familias no podían ni alimentar a sus hijos ni pagar el alquiler. Tuvieron que pedir sobras a los vecinos y varios fueron desalojados.

Los funcionarios senegaleses y las compañías de gas dicen que la gente debe ser paciente, ya que no falta mucho para que los empleos y los beneficios del acuerdo de gas se materialicen. Pero los lugareños aseguran haber sido despojados de sus medios de subsistencia y no se les ha proporcionado alternativas

Los habitantes de Saint-Louis se enteraron del descubrimiento de gas poco después de que se anunciara en 2015. En solo dos años, las empresas de energía BP y Kosmos establecieron presencia tanto en Senegal como en Mauritania, asociándose con Petrosen y SMHPM, empresas estatales.

“Greater Tortue Ahmeyim”, el gran proyecto de producción de gas

Se espera que el proyecto “Greater Tortue Ahmeyim”, nombre del acuerdo general, produzca alrededor de 2,3 millones de toneladas de gas natural licuado al año, suficiente para respaldar la producción durante más de 20 años, según las compañías de gas. El costo total de la primera y la segunda fase es de casi 5.000 millones de dólares, según un informe de Environmental Action Germany y Urgewald, una organización ambiental y de derechos humanos con sede en Alemania. Las compañías de energía dicen que la fase uno del proyecto es una inversión multimillonaria, pero no especificaron la cantidad. Las compañías esperan que la fase uno finalice a fines de este año, cuando en teoría comenzaría la producción de gas.

Ya en 2018, se les advirtió a los residentes de Saint-Louis que perderían el acceso a algunas de sus aguas de pesca favoritas. La instalación del rompeolas en el área donde se asienta la plataforma comenzó en 2020.

BP es el operador e inversor y posee casi el 60% del proyecto en Senegal y Mauritania. El acuerdo promete crear miles de puestos de trabajo y proporcionar electricidad a una nación donde aproximadamente el 30 % de sus 17 millones de habitantes viven sin electricidad.

La AP pidió a los funcionarios de BP y Kosmos, vía correo electrónico, que comentaran para esta historia. Asimismo, buscó comentarios sobre los esfuerzos de las empresas para mitigar los efectos de la pérdida de ingresos en la comunidad y otros asuntos relacionados con el trato.

En un comunicado a la AP, el portavoz Thomas Golembeski dijo que Kosmos había trabajado para construir relaciones con la comunidad y que sus empleados visitan Saint-Louis regularmente para informar a la gente sobre las operaciones y actuar en respuesta a los comentarios. Golembeski enfatizó que el proyecto proporcionará una fuente de gas natural de bajo costo y ampliará el acceso a energía confiable, asequible y más limpia. En esa línea, citó el acceso a un fondo de crédito de microfinanzas establecido para la comunidad pesquera. Las demás preguntas las refirió a BP, como el operador del proyecto.

A su vez, BP envió declaraciones preparadas en respuesta a las consultas del medio. El gigante de gas y petróleo dijo que se está involucrando con las comunidades pesqueras en Senegal y Mauritania y tratando de beneficiar a la economía en general mediante el abastecimiento local de productos, el desarrollo de la fuerza laboral y el apoyo al desarrollo sostenible. Según la empresa se han generado más de 3.000 puestos de trabajo en unas 350 empresas locales en Senegal y Mauritania. Para sumar, BP citó su trabajo en la renovación de la unidad de maternidad en el hospital Saint-Louis y su ayuda a 1000 pacientes con una clínica móvil que opera en áreas remotas. BP no respondió a las preguntas de seguimiento.

Por su parte, los funcionarios locales, los defensores y los residentes no ven lo mismo. Dicen que en verdad no han aparecido muchos trabajos u otras opciones para combatir la pérdida económica. Cuando los lugareños hablan de las dificultades económicas, solo usan una palabra: combustible. Para ellos, esta palabra abarca todo lo que sienten que ha ido mal en la comunidad.

La tortuga marina que prometía iluminar las cosas de Saint-Louis

La plataforma se cierne al fondo a la costa. Fácil de detectar en un día despejado, las luces de la plataforma brillan por la noche y se asemejan a un crucero atracado en alta mar. El olor a pescado todavía impregna Saint-Louis, mientras las “piraguas”, pequeños botes de madera, se alinean en las costas y los carros tirados por caballos llevan la pesca, de niveles decrecientes, a la ciudad.

Pescadores experimentados que han atravesado otros momentos difíciles y cambios en la industria dicen que el acuerdo de gas plantea problemas en una escala diferente, en gran parte gracias a la zona de exclusión. Los barcos más pequeños no están equipados para aventurarse en las profundidades, lo que genera hacinamiento en las áreas de pesca donde sí pueden estar y agota a las poblaciones de pescadores.

“Ir a la diattara ahora es como ir al infierno”, dijo Aminou Kane, vicepresidente de la Asociación de pescadores con caña de Saint-Louis. Él contó que desde que el área se volvió inaccesible, los pescadores están renunciando, arriesgando sus vidas emigrando a Europa o pescando ilegalmente en la vecina Mauritania, donde se enfrentan a arrestos. Kane, de 46 años, está en el último grupo. Solía ​​ganar más de $ 1,000 a la semana pescando en Senegal y ahora dice ganar aproximadamente la mitad pescando en secreto al otro lado de la frontera.

El gobierno local plantea que estas dificultades que está viviendo la población costera no esta vinculada al acuerdo de gas, sino que tiene a “la pobreza en general”. Lamine Ndiaye, vicealcaldesa de Saint-Louis, plantea que las quejas de la gente sobre la plataforma son exageradas y la comunidad debe ser paciente, ya que tomará tiempo ver las ganancias, al menos hasta después de la producción.

Expertos ambientales aseguran que la extracción de combustibles fósiles afecta especialmente a las comunidades cuando la economía local depende de los recursos naturales. “Si la tierra o el mar de los que dependen los agricultores o pescadores está envenenado y fuera de sus límites, entonces sus trabajos y el acceso a los alimentos han sido despojados, y sus comunidades pueden desmoronarse”, dijo el Dr. Aliou Ba, residente senegalés y jefe de la campaña de océanos de Greenpeace África. “Eso ha sucedido en varios países de África, incluso en el delta del Níger. El petróleo y el gas entraron, contaminaron el agua, mataron a los peces y arruinaron la forma de vida de muchos pescadores”, continuó.

Asimismo, advirtió que el proceso ya se está desarrollando en Saint-Louis, y la comunidad está sufriendo: “Si las autoridades permiten que esto se extienda a lo largo de nuestra costa, cientos de miles de trabajos pesqueros estarán en riesgo, y las millones de personas en esta región que dependen del pescado para obtener proteínas se verán amenazadas”.

Poco después de la firma del acuerdo de gas, las empresas notaron que podría haber problemas en Saint-Louis. Una evaluación de impacto ambiental y social de 2019 realizada por BP y sus socios dijo que había «muchas incertidumbres en torno a las consecuencias para los pescadores de Saint-Louis al perder el acceso a posibles sectores de pesca». Aun así, el informe consideró baja la intensidad del impacto.

Para mitigar las consecuencias económicas, las compañías de gas dijeron que están evaluando opciones para un proyecto de arrecife artificial sostenible en Senegal y apoyando a 47 aprendices técnicos nacionales en un programa de capacitación de varios años en preparación para trabajar en alta mar y crear empleos y oportunidades en la cadena de suministro. Estos técnicos recibieron 16 meses de capacitación universitaria en la Universidad Caledonian de Glasgow en Escocia y obtendrán calificaciones reconocidas internacionalmente, dijo BP. BP no respondió a las preguntas sobre si esto se atenía a la evaluación de riesgo inicial de la empresa.

Papa Samba Ba, director de hidrocarburos del Ministerio de Gas y Energía de Senegal, dijo que el objetivo es que para 2035 la mitad de lo recaudado por todos los proyectos de gas se destinen a empleos, empresas y servicios locales. Advirtió que la primera fase del proyecto invertirá alrededor del 8,5% del gas en Senegal, sin embargo, el mercado local aún no está configurado y podría demorar hasta dos años en estar operativo.

También, una preocupación entre los expertos de la industria es la falta de personal calificado en Senegal, a pesar de la capacitación, debido a la inexistencia un historial en perforación de petróleo y gas en el país.

“La infraestructura del gas natural licuado fósil proporciona pocos empleos directos, y esos a menudo van a expertos de fuera de la comunidad, no a locales”, dijo Andy Gheorghiu, consultor climático y cofundador de la Alianza Climática contra el LNG, una organización con sede en Alemania centrada en el ambiente.

Algunos expertos señalan como ejemplo al pueblo pesquero de Cameron Luisiana, en EE.UU. donde se operan terminales de exportación de gas. Según los lugareños los habitantes no se ha beneficiado de los trabajos prometidos y los pescadores han sido desplazados de la comunidad. “Si conduce por Cameron Parish, hogar de tres de estas terminales de exportación, no creerá que estas terminales han beneficiado a la comunidad de ninguna manera”, dijo James Hiatt, quien vive cerca de Cameron y es director de For a Better Bayou,  organización ambiental. “Las compañías de gas prometieron una nueva marina, un restaurante y un muelle de pesca, ninguno de los cuales ha abierto”, agregó.

La AP envió un correo electrónico a Venture Global, el operador de la terminal de gas que, según los residentes, hizo varias promesas, pero no recibió respuesta.

Los organismos de control ambiental dicen que tendría más sentido invertir en energía renovable. Según Climate Action Tracker, proyecto independiente que rastrea la acción climática del gobierno, en ese sector, Senegal podría crear cinco veces más empleos anualmente hasta 2030, en comparación con los empleos en la industria de los combustibles fósiles. Pero a pesar del sufrimiento que la comunidad atribuye al gas, la mayoría dice que no quiere que las empresas se vayan. Lo que quieren es que la situación cambie.

 

Fuente: The Associated Press.

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