Ene 15 2025
Ene 15 2025

Un intento de golpe de Estado sacudió a Bolivia y Latinoamérica

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El ex jefe del Ejército Juan José Zuñiga llegó con vehículos militares a la puerta de la sede del gobierno y se enfrentó cara a cara con el presidente Luis Arce, quien luego ordenó su detención por liderar la sonada. Javier Milei no se pronunció personalmente en contra del levantamiento, sino que lo hizo por medio de la canciller, Diana Mondino.

Bolivia vivió este miércoles horas de máxima tensión política e institucional cuando un violento grupo de militares ingresó por la fuerza al Palacio Quemado, la sede del Gobierno, en la ciudad de La Paz para intentar destituir al presidente Luis Arce, quien resistió el golpe de Estado tras convocar a la población para que se movilizara en defensa de la democracia.

No podemos permitir que retornen las intentonas golpistas”, dijo Arce desde la Casa Grande del Pueblo, un edificio vecino a la sede gubernamental.

Frente al Palacio Quemado, el ex jefe del Ejército, Juan José Zúñiga, quien había sido destituido este martes después de advertir que no permitiría un nuevo gobierno del ex presidente Evo Morales, se movilizó con algunos efectivos y vehículos militares.

Los militares que ocuparon la plaza Murillo lanzaron gases lacrimógenos y balas de goma contra un grupo de ciudadanos que se manifestaron en favor de Arce: «Lucho, no estás solo”, gritaron frente a la represión.

La movilización popular fue convocada, entre otros, por la Central Obrera Boliviana (COB), la más grande del país, que instó a «levantarse contra los golpistas y el hecho fatídico que han perpetrado». Además, la central gremial declaró una huelga general por tiempo indefinido para defender al Gobierno.

Arce, en tanto, nombró a un nuevo responsable de las fuerzas armadas y así estabilizó de nuevo la situación institucional. Zúñiga, en tanto, quedó detenido.

El intento de golpe fue condenado por todos los partidos políticos bolivianos y los presidentes de la región con excepción del argentino Javier Milei, quien se pronunció en contra de la asonada varias horas después y por medio de la canciller, Diana Mondino.

«Los gobiernos, sean buenos o malos, gusten o no, se cambian únicamente en las urnas. No se cambian con violentos golpes de Estado. La democracia no se negocia”, expresó Mondino en su cuenta de la red social X.

Poco antes de las 23, la Cancillería emitió un comunicado en el que afirmó que la Argentina «reafirma la defensa irrestricta de la democracia en la región y condena todo intento de quebrantarla«.

«En ese marco, repudia las movilizaciones irregulares de algunas unidades del Ejército boliviano y expresa su firme apoyo al Estado de Derecho, mientras remarca la importancia de sostener las instituciones democráticas en el Estado Plurinacional de Bolivia», agregó el texto oficial.

Por su parte, la Oficina del Presidente y el propio Milei no expresaron la condena al intento de golpe en el vecino país.

Sí lo hizo la mayoría de los dirigentes políticos de la oposición en el país, entre ellos el gobernador bonaerense, Axel Kicillof. «El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires condena enérgicamente el intento de golpe de Estado en el Estado Plurinacional de Bolivia. El Ejército debe respetar al pueblo boliviano y a sus instituciones democráticas. Toda nuestra solidaridad con el Presidente @LuchoXBolivia”, destacó en su cuenta de X.

Los mandatarios de los países de la región se manifestaron en defensa del orden constitucional en Bolivia. Así lo hicieron, por ejemplo, el uruguayo Luis Lacalle Pou, el colombiano Gustavo Petro, el brasileño Lula da Silva y el chileno Gabriel Bóric.

Estados Unidos, inclusive, manifestó que seguía «de cerca la situación en Bolivia» e instó «a la calma y moderación”, dijo a la agencia de noticias EFE una funcionaria de la Casa Blanca.

España también condenó «rotundamente los movimientos militares en Bolivia. Enviamos al Gobierno de Bolivia y a su pueblo nuestro apoyo y solidaridad y hacemos un llamamiento a respetar la democracia y el estado de derecho”, dijo el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.

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