El próximo 8 de marzo, en el marco del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, se llevará a cabo una nueva jornada de movilización en todo el país.
La convocatoria principal en la Ciudad de Buenos Aires está prevista para las 16 horas en el Congreso de la Nación, desde donde se marchará hacia Plaza de Mayo. A lo largo de la semana se darán a conocer los distintos puntos de concentración en otras localidades.
La marcha llega en un contexto de creciente crisis económica y social, con un empobrecimiento del sector popular, la pérdida de institucionalidad en las políticas de género y un aumento de la violencia alentada por discursos de odio provenientes del gobierno. Frente a este escenario, la organización transfeminista y de trabajadoras del campo popular cobra mayor relevancia y fortalece la transversalidad de sus demandas.
Luci Cavallero, referenta de Ni Una Menos, destacó que el movimiento llega a esta fecha con un desgaste luego de un año de intensas movilizaciones, entre ellas el 8M de 2024, el 3 de junio, el 28 de septiembre y el 25 de noviembre, además del acompañamiento a los paros nacionales y marchas universitarias. «Fue un año de muchísima calle y también de muchas derrotas ante la rápida destrucción del Estado, pero también con una energía revitalizante gracias a nuevos protagonismos sociales, como los que se vieron en la multitudinaria marcha del 1F», afirmó.
Por otro lado, el sector sindical también se encuentra trabajando en la convocatoria. La primera Mesa de Mujeres de la CGT realizó la semana pasada una reunión en la que definió una agenda conjunta con otras centrales sindicales, centrada en las preocupaciones de las mujeres y diversidades dentro del ámbito laboral. Entre los principales puntos abordados se encuentran el ajuste del Estado, la precarización laboral y la eliminación de la moratoria previsional.
Las trabajadoras de la economía popular también han reforzado su organización en torno a la marcha. En una asamblea realizada el 26 de febrero, coordinaron estrategias para visibilizar sus demandas en el 8M. Marina Koski, Secretaria Nacional de Mujeres y Diversidad de la UTEP, destacó la importancia de la unidad en este contexto de crisis: «Nosotras, las trabajadoras de la economía popular, seguimos organizadas a pesar de la persecución política. Este 8 de marzo nos encontrará en el mayor arco de unidad para seguir enfrentándonos a este gobierno y para abrazarnos en las calles».
Koski enfatizó que el mensaje de la jornada será de resistencia y unidad. «Este 8M el mensaje debe ser más contundente que nunca: estamos unidas, unidos y unides contra el avasallamiento de la democracia y el saqueo de nuestros derechos», sostuvo.
Fuente: Tiempo Argentino.