En esta edición de la conferencia por el cambio climático de la ONU, realizada en Dubai, hay cerca de 97.000 inscritos representantes de unos 200 países.
La Conferencia de las Partes (COP28) sobre cambio climático, auspiciada por la ONU, abrió hoy oficialmente en Dubai con un llamado urgente a abandonar el uso de los combustibles fósiles, uno de los principales causantes de las emisiones de gases de efecto invernadero responsables del calentamiento global.
«Si no señalamos la fase terminal de la era de los combustibles fósiles tal y como la conocemos, damos la bienvenida a nuestra fase terminal y elegimos pagar con la vida de las personas», afirmó el jefe de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), Simon Stiell, en la apertura de la conferencia.
Ante representantes de unos 200 países reunidos en este emirato de Emiratos Árabes Unidos, Stiell alertó que se están dando «pasos de bebé», en un mundo que «carece de resiliencia» para elaborar mejores respuestas a los «complejos impactos» del calentamiento del planeta.
Poco antes, el presidente de la COP28, el ministro de Industria emiratí, Sultan Ahmed Al Jaber, requirió que se mencione «el papel de los combustibles fósiles» en el acuerdo final, un tema que cada año ha demorado la salida de las conclusiones por el debate entre los países que quieren que se abandone definitivamente su uso y los que siguen invirtiendo en su explotación.
Además de las discusiones en torno a temas como las finanzas del clima, o los compromisos de cada país para luchar contra las emisiones de gases de efecto invernadero, planean sobre esta cita el conflicto entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamas y la guerra entre Rusia y Ucrania.
El presidente de la COP27, celebrada en Egipto en 2022, Sameh Shukri, pidió un minuto de silencio por «todos los civiles fallecidos en el actual conflicto de Gaza» entre Israel y Hamas.
La cooperación entre naciones será puesta a prueba en esta COP28 que anunció cerca de 97.000 inscritos, más del doble que la anterior cita, informó la agencia de noticias AFP.
La COP28 se celebra a lo largo de 13 días, hasta el 12 de diciembre, en el enorme parque de exposiciones de Dubai, la séptima potencia petrolera mundial, lo que ha provocado fuertes críticas de organizaciones ecologistas y observadores.
A la cita deberían acudir, entre otros, el rey Carlos III del Reino Unido, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva; el colombiano, Gustavo Petro y el presidente del Gobierno español Pedro Sánchez entre otros líderes mundiales.
El papa Francisco, que había sido invitado y había confirmado su presencia, tuvo que anular por recomendación médica, a causa de una gripe.
Una vez adoptada la agenda de la conferencia, Dubai acogerá durante dos días, mañana y el sábado, a más de 140 líderes mundiales.
El presidente israelí, Isaac Herzog, y el jefe de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, confirmaron su presencia.
Y también debería pronunciarse ante esta cumbre climática el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, mientras que el presidente ruso, Vladimir Putin, estará ausente, aunque su país se muestra activo en las tensiones que rodean la cita.
Tampoco asisten los presidentes de China y Estados Unidos, Xi Jinping y Joe Biden, pese a que sus países son los mayores contaminadores del mundo.
El año 2023 podría convertirse en el más caluroso jamás registrado y batir varios récords, advirtió hoy la ONU, que exigió medidas urgentes para frenar el calentamiento global.
«Los gases de efecto invernadero están en niveles récord. Las temperaturas globales baten récords. El mar está en niveles récord y la banquisa de la Antártida nunca había sido tan delgada», señaló el jefe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Petteri Taalas.
Para el secretario general de la ONU, António Guterres, estos récords de temperatura deberían «provocar sudores fríos a los líderes mundiales».
La temperatura media el año pasado ya estaba en +1,15 ºC respecto a la era preindustrial. El objetivo ideal sería limitar ese aumento este siglo a 1,5 ºC , tal como se acordó en el histórico Acuerdo de París de 2015, en la COP21 de la capital de Francia.
Y ese documento es el que ha ido marcando la pauta, aunque con altibajos, del combate contra el cambio climático.
La comunidad internacional hizo en septiembre su primer balance de compromisos de reducción de emisiones y de medidas de adaptación y mitigación ante el cambio climático, como pedía el Acuerdo de París.
El calentamiento global está provocando, según climatólogos, fenómenos extremos, como sequías, lluvias torrenciales y el aumento del nivel del mar.
En esta COP28 se debe fijar un refuerzo de esos compromisos nacionales (NDC por sus siglas en inglés), pero las diferencias son profundas y las decisiones se deben tomar por consenso.
Una buena noticia podría llegar hoy mismo con la aprobación unánime de la estructura de un Fondo de Daños y Pérdidas causados por el cambio climático, un reclamo de muchos años de los países del Sur Global.
El año pasado se formó una comisión para establecer los detalles de cómo se implementaría y eso es lo que podría ser aprobado hoy. Según el borrador del texto, el fondo estará integrado en el seno del Banco Mundial. Los primeros aportes podrían llegar esta misma semana.
Pero esa luz de esperanza palidece ante los nubarrones de las negociaciones en otras cuestiones más espinosas como la forma de mencionar la salida de los combustibles fósiles.
Según los climatólogos, para cumplir con el objetivo de una neutralidad cero de emisiones de aquí a mediados de siglo, hay que reducir drásticamente, a un ritmo mucho más elevado, el uso del petróleo, el gas y el carbón.
Los negociadores llevan años discutiendo en el seno de la COP sobre si hay que hacer un llamado al «abandono total» de los combustibles fósiles, o «gradual».
La presidencia emiratí de esta conferencia provoca suspicacias. El presidente de esta COP es el líder de la compañía petrolera emiratí, Adnoc, y esta semana fue acusado de haber utilizado sus prerrogativas para cerrar acuerdos petroleros con otros países.
«Es un intento de sabotear el trabajo de la presidencia de la COP28», replicó Al Jaber, ante esas filtraciones publicadas por la BBC y una organización denominada Centro de Periodismo Climático.
Fuente: Télam.