El acuerdo es un tratado internacional jurídicamente vinculante sobre el cambio climático. Argentina ratificó el acuerdo en 2016 y forma parte del mismo desde entonces.
Luego de la confirmación de que Argentina abandonará la Organización Mundial de la Salud (OMS), el presidente Javier Milei afirmó a medios franceses que considera retirar al país del Acuerdo de París.
«No adhiero a la agenda ambientalista, que me parece un verdadero fraude», argumentó el libertario sobre una eventual salida del tratado internacional sobre cambio climático y agregó que la forma en la que se aborda el tema actualmente «es completamente errónea”.
El acuerdo es un tratado internacional jurídicamente vinculante sobre el cambio climático. Su objetivo es limitar el calentamiento global muy por debajo de 2°C, y preferiblemente a 1,5°C, en comparación con los niveles preindustriales. Para alcanzar este objetivo de temperatura a largo plazo, los países se proponen alcanzar el máximo de las emisiones de gases de efecto invernadero lo antes posible para lograr que el planeta tenga un clima neutro para mediados de siglo.
Bajo el mandato de Mauricio Macri, Argentina ratificó el acuerdo en 2016 y forma parte del mismo desde entonces. Si Milei concreta su decisión, Argentina se unirá a Estados Unidos, Irán, Libia y Yemen, los únicos países de la ONU que no forman parte del pacto climático.
La decisión «se sustenta en las profundas diferencias respecto de la gestión sanitaria, especialmente durante la pandemia, que junto al gobierno de Alberto Fernández nos llevaron al encierro más largo de la historia de la humanidad y a la falta de independencia» afirmó Adorni. pic.twitter.com/WQzhOnXJQY
— FM La Patriada (@FMLaPatriada) February 5, 2025
Las declaraciones de Milei se suman a las de Donald Trump, quien durante su primer mandato retiró a Estados Unidos del Acuerdo de París, aunque sin salir de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Además, el primer mandatario argentino sostuvo que el calentamiento global «no tiene nada que ver con la presencia humana», sino que se relaciona con los ciclos de temperatura del planeta.
«Esta agenda está inspirada en el marxismo cultural, que cree que el opresor son los seres humanos y el oprimido es el medio ambiente. Hoy en día, si uno no habla de cambio climático, lo tachan de terraplanista o de un teórico de la conspiración y, como resultado, te censuran y silencian. Esta es la censura del wokismo que nos amordaza y que denuncié en el Foro de Davos«, sentenció.