La expresidenta dio su discurso en la inauguración del Salón de las Mujeres del Bicentenario en el Instituto Patria, en el marco de un nuevo aniversario del nacimiento de Eva Perón.
La exvicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner inauguró este martes el Salón de las Mujeres del Bicentenario en el Instituto Patria y expresó su deseo de que «algún día todas esas (mujeres) volverán a la Casa Rosada».
Esto luego de que el 8 de marzo, el presidente Javier Milei renombrara como «Salón de los Próceres» el Salón de las Mujeres del Bicentenario de Casa Rosada y retirara los cuadros con sus imágenes.
La expresidenta calificó a las mujeres que integran el grupo de las personalidades destacas del Salón del Bicentenario como «avatares» dado que «querían otra cosa»: «Espero que los argentinos y el presidente recapaciten acerca de esto», apuntó la exvicepresidenta. Luego, hizo referencia a las Madres de Plaza de Mayo presentes en la sala y aseguró: «Tengo muchas esperanzas porque la Argentina ha salido de situaciones mas difíciles». Luego, añadió: «¿Cómo vamos a flaquear ante la imagen de Josefina (García de Noia), de Pina (Fiore) o de Estela (De Carlotto), al contrario, es su ejemplo el que debe movilizarnos a todos y a todas».
Precisamente en el 105° aniversario de Eva Duarte de Perón, Fernández de Kirchner dijo que “es un día muy particular” y recordó que “allá por 2009, en vísperas del bicentenario, decidimos inaugurar el Salón de las Mujeres del Bicentenario” en Casa Rosada, que fue reemplazado el 8 de marzo pasado, en el Día Internacional de la Mujer, por el Salón de los Próceres.
“No soy una militante feminista”, aclaró la expresidenta, “pero respeto mucho a las militantes que lo son”, y fustigó que “se haya esgrimido el falso argumento de desmantelar este salón” en Casa de Gobierno por “un sesgo ideológico”, cuando se trataron de “mujeres protagonistas todas y algunas antagónicas”.
Ejemplificó que “junto a Eva estaba Victoria Ocampo, ícono del antiperonismo, que hasta la metieron presa en una movilización durante el primer y segundo gobierno de (Juan Domingo) Perón”, o “Juana Azurduy con Mariquita Sánchez de Thompson, quien en sus salones se juntaba con comerciantes ingleses y criollos contrabandistas”.
Resaltó la presencia de “nuestras Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, junto a las madres de Malvinas”, quien “parieron la democracia en 1983”, y se esperanzó en que “esperamos que algún día que todas ellas vuelvan a la Casa Rosada”.
Ley Bases
Respecto al nuevo proyecto de Ley Bases que está próximo a tratarse en el Senado, la expresidenta criticó la posibilidad de que Javier Milei reciba facultades delegadas para «renegociar, anular o rescindir los contratos de obra publica en virtud de la emergencia». En esta sentido, detalló que son más de 3.000 las obras paralizadas, de las cuales muchas son universidades. «Deberíamos estar preocupados todos los argentinos», afirmó.
Asimismo, apuntó contra el capítulo sobre la creación del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) y lo calificó como «el estatuto legal del coloniaje versión XXI». Respecto a este punto, señaló que, desde el retorno de la democracia, la inversión extranjera más importante tuvo lugar entre 2003 y 2015, e hizo hincapié en que para lograrlo no se privatizaron empresas públicas, al contrario; YPF y Aerolíneas Argentinas volvieron a ser estatales. A su vez, la exmandataria señaló que de aprobarse, este proyecto habilitaría que cualquier inversor extranjero a partir del tercer año pueda «exportar sin ingresar un solo dólar a las reservas del Banco Central». «¿Con qué dólares piensan pagar la deuda externa si no van a entrar dólares? ¿Con que dólares le van a pagar al Fondo Monetario Internacional? ¿Con qué dólares vamos a sostener el desarrollo de las industrias?», cuestionó, y ella misma arrojó una respuesta: «A lo mejor el objetivo es que sigamos endeudados eternamente para de esta manera seguir controlando nuestro desarrollo y nuestra vida».
«El neocolonialismo en el siglo XXI basado en el extractivismo sin valor agregado va a condenar a los argentinos una vez más a la desocupación que ya empieza a visualizarse», sentenció Cristina, y en esta línea apuntó que los primeros grandes comercios perjudicados son las pymes.
Aumento de tarifas
En el plano de la coyuntura política, Fernández de Kirchner reiteró lo que argumentó en el acto del 27 de abril pasado, en la localidad bonaerense de Quilmes, cuando sostuvo que “el problema no eran los subsidios de las tarifas” sino “los contratos dolarizados”.
“Suspendieron los aumentos de las tarifas a partir de mayo y dijeron que era por la inflación, pero fue porque eran impagables para la gente”, explicó.
Calificó de “superávit trucho” el esbozado por el presidente Javier Milei y refirió que “apareció el gran reperfilador (el ministro de Economía Luis) ‘Toto’ Caputo” para las energéticas, con un bono de deuda en dólares en enero, y para febrero y marzo un plan de 48 cuotas, como en la época de (el ex presidente Mauricio) Macri”.
“Vuelven a convertir deuda en pesos en deuda en dólares”, espetó Fernández de Kirchner, y añadió que “instan a las provincias a que pongan la ‘tarasca’ que necesitan la distribuidoras”.
“El verso del superávit era eso, un verso”, completó la exmandataria.
Según Fernández de Kirchner, “el presidente debería dejar de hablar tonterías en el mundo”, como de “comunismo”, cuando “el muro que cayó en 1989”, y se preguntó: ¿De qué comunismo me habla?”.
Contó una anécdota que tuvo con Milei el día que asumió, cuando le dijo “colóquese a la izquierda”, a lo que el presidente le contestó “es imposible”, para que la expresidenta le respondiera “no vaya a creer, hay muchos prejuicios”.
“Cuando uno se sienta en el sillón de Rivadavia se le van a caer muchos prejuicios, como se le caen ahora, esto es lo que está pasando”, consideró.
“Usted tiene muchos prejuicios, todo lo que anuncia no tiene conexión con la realidad”, señaló dirigiéndose a Milei.
Fuente: Somos Télam.