Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo fueron indagados en los tribunales de Comodoro Py. Por su parte, la defensa de CFK volvió a apelar para investigar los celulares borrados de Milman.
Nicolás Carrizo, una de las tres personas que son enjuiciadas por intentar asesinar a Cristina Fernández de Kirchner, en septiembre de 2022, se quebró hoy en su declaración ante el tribunal a cargo del proceso y pidió «perdón» a la ex presidenta.
«Le quiero pedir perdón a la señora Kirchner«, expresó Carrizo, uno de los integrantes de la llamada «Banda de los Copitos», frente al Tribunal Oral Federal 6 (TOF 6) que lleva adelante el juicio en los tribunales de Comodoro Py.
Carrizo aseguró en su declaración que no tuvo «nada que ver» con el intento de asesinato.
📢En el juicio por el atentado contra Cristina Kirchner, Nicolás Carrizo sostuvo:
👉»Le quiero pedir perdón a la señora Kirchner» . pic.twitter.com/xpH4qa5OED
— Haceinstantes (@Haceinstantes) July 3, 2024
Acerca de los mensajes violentos que expresó tiempo antes del hecho en contra de la ex mandataria, el joven expresó: «Uno habla en redes de quien sea, pero no pensé que iba a terminar involucrado en esto«.
Carrizo se encuentra sentado en el banquillo de los acusados tras hallarse una serie de mensajes de WhatsApp en los que habló sobre la organización del atentado.
«No lo quiero tomar como excusa, pero estábamos tomando un fernet; el alcohol era habitual. Estaba entonado y empecé a mandar mensajes. Les juro que nunca me lo tome con la seriedad que tenía que ser. Hace un año y nueve meses que me estoy castigando por esto. Lo que dije nunca fue cierto: fue en joda”, comentó Carrizo.
Y agregó: «Pensé que esto iba a resolverse antes y nunca llegaba el día. Por fin llegó y puedo dar mi versión. No tengo anda en contra de Cristina, yo jamás mataría a una persona. Ni loco me voy a meter en algo así. Es por lógica que son chistes», afirmó.
Durante la jornada, la segunda desde que comenzó el juicio hace una semana, también se presentó a declarar Brenda Uliarte, la pareja en aquel entonces de Fernando Sabag Montiel, quien gatilló el arma con la que intentó asesinar a Cristina pero la bala no salió.
Al comenzar el proceso oral, Sabag Montiel declaró sobre el hecho y el rol de Uliarte: “Yo la quería matar (a Cristina) y ella quería que muera. Si bien en los chats decía que quería hacerlo, yo nunca le dije o le ordené que lo haga. Nunca le di el arma para que lo haga. Ella quería ser más una espectadora del momento que una partícipe», relató.
Uliarte calificó hoy a Sabag Montiel de «convicto» y manipulador», pero cuando la fiscalía quiso profundizar en la declaración, la joven pidió detener su testimonio porque no se sentía bien. Los jueces Sabrina Namer, Adrián Grünberg e Ignacio Fornari aceptaron la solicitud.
Sabag Montiel, Uliarte y Carrizo están acusados del delito de tentativa de homicidio doblemente calificado por alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas agravado por el uso de arma de fuego.
Sabag y Uliarte en el rol de coautores podrían ser condenados a penas de entre 20 años y 13 años y cuatro meses de prisión. En tanto, Carrizo como partícipe necesario del delito podría recibir una pena 14 años y ocho meses a seis años y ocho meses de cárcel.
¿Qué pasó con Milman?
El equipo de abogados de la ex vicepresidenta apeló la decisión de la fiscalía de no investigar la trama del borrado de información de los celulares de las asesoras del diputado nacional del PRO Gerardo Milman.
Semanas después del atentado, el legislador nacional del entonces Frente de Todos (FdT) Jorge Abello declaró que escuchó que, dos días antes del disparo que intentó efectuar Sabag Montiel, Milman les dijo a dos asesoras: «Cuando la maten voy a estar camino a la costa”.
«Su declaración, junto con otras evidencias, derivó en la citación a prestar declaración testimonial de Ivana Bohdziewicz y de Carolina Gómez Mónaco, parte de su despacho legislativo», recordaron ahora José Manuel Ubeira y Marcos Aldazabal, abogados de CFK, que siguieron: «En esa oportunidad, dadas evidentes inconsistencias en las declaraciones de las asesoras, esta parte solicitó el secuestro de sus dispositivos celulares. La jueza María Eugenia Capuchetti lo rechazó, pero la Cámara habilitó la medida. De todos modos, al apelar, ya habíamos advertido del riesgo de que Bohdizewicz y Gómez Mónaco borraran el contenido de sus celulares». Incluso, marcaron, Bohdziewicz «admitió haber borrado contenido de su dispositivo».
En el juzgado de Capuchetti hay un teléfono de Milman que el propio legislador entregó, pero que hasta ahora no dio la clave para abrirlo. Se trata de un teléfono que no tenía al momento del intento de homicidio, sino que compró unas semanas después. Afirmó que el equipo anterior lo perdió. La fiscalía a cargo de Carlos Rívolo insistió pidiéndole al Congreso que autorice el secuestro de todos los teléfonos que pueda tener Milman. Pero hasta ahora no hubo avances. Es algo que debe autorizar el parlamento por los fueros del legislador.
