Dic 07 2024
Dic 07 2024

Diecinueve mujeres denunciaron a Pedro Brieger por acoso sexual: «Su prestigio enmascaró su perversión»

Publicado el

Por Lucía Bernstein Alfonsín. 

Periodistas Argentinas presentó hoy el «Informe Cultura del Acoso: Punto y Aparte», donde recogen los testimonios de las victimas y exigen medidas reparatorias.

La agrupación Periodistas Argentinas presentó hoy el «Informe Cultura del Acoso: Punto y Aparte», que recoge 19 testimonios de distintas mujeres que se nuclearon para denunciar el acoso sexual recibido por Pedro Brieger. En la conferencia de prensa realizada en el Senado de la Nación, el grupo advirtió que los episodios de acoso por parte del periodista especializado en temas internacionales se repitieron durante 30 años. Además, incluyeron testimonios de víctimas y una serie de pedidos para la reparación de estos casos y una propuesta de abordaje para desarmar la maquinaria de la Cultura del Acoso.

«Lo que nos llama a estar hoy acá es un gran pedido de reflexión para todos. El caso en cuestión tiene nombre y apellido, pero se puede ver reflejado en otras historias. El caso se llama Pedro Brieger y vamos a presentar 19 testimonios que hemos recolectado haciendo nuestro trabajo, haciendo periodismo«, dijo Nancy Pazos, quien dio comienzo a la conferencia donde no solo se encontraban las periodistas pertenecen a la agrupación y las que sufrieron el acoso del periodista, sino también legisladoras y legisladores a los cuales comprometieron a accionar frente a los casos.

Agustina Kampfer, una de las denunciantes, tomó el micrófono para pedir a los funcionarios que apoyen a las víctimas para que este tipo de casos dejen de ser una «injusticia sin amparo».

«Era nuestro profesor, nuestro compañero de trabajo, nuestro jefe de cátedra, nuestro vecino, nuestro colega, nuestro acosador. Las conductas inapropiadas que pudimos constatar sucedieron a lo largo de 30 años», dijo la periodista que alertó que a estas 19 denuncias probablemente se le sumen más con el tiempo.

«Tuvimos que abandonar tesis, mudarnos, renunciar, dejamos de ir a conferencias, coberturas; todo con el único fin de no volver a verlo. Él viajó por el mundo, recibió premios, condujo programas, vivió donde quiso por el tiempo que quiso», afirmó y agregó: «Su prestigio profesional logró enmascarar su perversión».

“Manos acercándose a partes íntimas, ataques de pánico, sus miradas libidinosas, el miedo a su repentina desnudez, las ganas de ser invisibles…», de eso se conversó en las reuniones que llevaron adelante en los últimos días el grupo de denunciantes, con el objetivo de organizarse, «porque juntas somos muy fuertes y podemos hacer algo», dijo Kampfer. Asimismo, afirmó que es la primera vez que cuentan con el respaldo e interés sobre las denuncias, porque ya antes habían alzado la voz, tanto con jefes y compañeros, como públicamente, pero nadie decía nada.

Así fue el caso de la misma Kampfer, quien había denunciado por televisión que Brieger era acosador y nadie la escuchó. «Se refería así a una personalidad pública que había acumulado prestigio -dijo Pazos-. Catorce años después, y a partir de una nota, la periodista Cecilia Guardati denunció su conducta acosadora y esta vez alguien escuchó”.

Sistematicidad e impunidad

Durante la conferencia de prensa se leyeron los testimonios del acoso de Brieger, escritos por las protagonistas y leídos por sus colegas. En los mismos, las periodistas encontraron «conductas recurrentes» que tenía el hombre, que dejaban ver «la sistematicidad, la recurrencia y la impunidad» de sus actos.

Así, describieron que en la mayoría de casos encontraron que el periodista presentaba: «Formas de exhibicionismo sin consentimiento, como exhibición de genitales y masturbación; cuando las mujeres le pedían que no lo hiciera. Conversaciones explícitas por teléfono y handy en contextos laborales, como forma de imposición de un discurso unilateral. El periodista aprovechaba situaciones en que las mujeres no podían pedir ayuda, que se transformaban en verdaderas emboscadas: habitaciones, ascensores, pasillos, camarines, salas de televisión vacías. Y mismo otros momentos en que los acosos se dieron en público, de modo que las mujeres no pudieran reaccionar sin armar grandes escenas».

Además, en la mayoría de testimonios la mujeres destacaron que, luego de los episodios, Brieger «actuaba como si nada hubiera pasado» y que todos los casos siempre incluyeron un vínculo asimétrico entre Brieger y sus víctimas: «Él era profesor, mentor, jefe periodístico y de cátedra. Estaba en situación de poder, de quitar empleos y oportunidades, con chicas a las que les llevaba 20 años o más».

Pedido de reparación

Frente a todo esto, en su informe Periodistas Argentinas presentó una serie de pedidos de reparación para hacer frente a este caso en particular y a otros casos similares. En ese sentido, la agrupación solicitó una ley que aborde los agravios que se dan en el ámbito laboral y académico, como ya la hay para los casos de acoso callejero. «Esa es la deuda que necesitamos saldar y por eso proponemos que se legislen este tipo de conductos abusivas, donde además existe una asimetría de poder», dijo Nancy Pazos.

Además, resaltaron el desfinanciamiento que lleva adelante el Gobierno de Javier Milei de las instituciones que se encargan de trabajar contra violencia de género, lo que «agrava más el diagnóstico».

Así, la agrupación exigió una serie de medidas reparatorias que garanticen la erradicación de estas conductas abusivas, hasta lograr trabajar y estudiar en ámbitos respetuosos:

  • En aquellos medios de comunicación públicos y privados donde se produjeron estos hechos, la creación de espacios para campañas de prevención y de erradicación del acoso.
  • En las universidades públicas y privadas donde las afectadas tuvieron que soportar estas conductas, la realización de jornadas y campañas para la prevención del acoso.
  • En todos esos espacios, la activación de procedimientos claros y ampliamente informados para canalizar las denuncias, a cargo de personas capacitadas para no exista la revictimización y se garantice la privacidad.
  • Por último, consideran imprescindible que Pedro Brieger pida disculpas publicas a todas las afectadas.

Antes de finalizar, las periodistas resaltaron los protocolos que ya se encuentran en funcionamiento y a los cuales se puede acceder de forma gratuita. Así, informaron que el sindicato de prensa Sipreba tiene desde 2015 un Protocolo para casos de violencia de género que funciona de forma interna del gremio pero también dentro de los ámbitos de trabajo. Aclararon que este se encuentra a disposición para todas las trabajadoras y trabajadores de prensa. Por otro lado, la Universidad de Buenos Aires posee un Protocolo de acción institucional para la prevención e intervención ante situaciones de violencia o discriminación de género u orientación sexual, al cual se puede acceder en la institución.

Con respecto a la judicialización de las denuncias, las periodistas afirmaron que ese tema corresponde tratar con los abogados y que estarán avanzando en el caso en los días que siguen.

Las denuncias al periodista empezaron a surgir el 23 de julio a partir de una serie de tuits del periodista Alejandro Alfie pero cobró otra dimensión cuando más mujeres comenzaron a contar sus experiencias de acoso por parte de Brieger.

De momento, el contrato que el periodista tenía con C5N y Radio 10 quedó en pausa luego de que trascendieran públicamente las primeras denuncias en su contra a fines del mes pasado, mientras que en el programa conducido por Eduardo Aliverti en Radio La Red, quedo definitivamente apartado.

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