Según el protocolo, el republicano debe ser fichado por la Policía para iniciar el proceso judicial por supuesto intento de revertir el resultado de las elecciones de 2020 en Georgia.
Donald Trump se entregará este jueves a la Policía de Georgia por intentar alterar el resultado de las elecciones de 2020 en ese estado sureño, con lo que se convertirá esta tarde en el primer expresidente de Estados Unidos en ser fichado.
Horas antes de su arribo a una superpoblada e insalubre cárcel de la ciudad de Atlanta, Trump cambió al abogado que lo defendía en este caso por otro de Georgia.
«Es increíble. Voy a Atlanta, Georgia, el jueves para ser ARRESTADO por un fiscal de izquierda radical», protestó el magnate en su plataforma Truth Social, e insistió en que todo es una maniobra para frustrar su candidatura a la reelección en 2024.
Habrá un fuerte operativo policial y acordonamiento de la zona donde se entregará Trump, el operativo impedirá el acceso al complejo carcelario mientras dure el procedimiento.
El fichaje incluirá la impresión de sus huellas dactilares, las dos clásicas fotografías de frente y perfil, el escaneo ocular para la identificación biométrica y algunos datos personales.
Trump ya había sido fichado por la Policía al ser inculpado este año en otras tres investigaciones penales en los estado de Nueva York, Florida y en Washington, pero no se le había tomado una foto policial.
A diferencia de esas ocasiones, además, en este caso su aparición no se acompañará, por ahora, de una comparecencia en una corte ante una autoridad judicial.
Se espera que todo este proceso dure alrededor de una hora.
Los abogados de Trump pactaron con la Fiscalía una fianza de 200.000 dólares, por lo que, luego de una breve detención y del pago, será puesto en libertad condicional.
Además, no podrá utilizar sus redes sociales para referirse al resto de los acusados.
La acusación por revertir resultados de las elecciones
El millonario de 77 años fue inculpado este mes por la fiscal del distrito de Fulton, Fani Willis, que lo acusó de intentar revertir los resultados de las elecciones en Georgia, que en 2020 perdió ante el actual presidente Joe Biden, candidato a ser reelecto en los comicios del año próximo.
Otros 18 allegados también fueron procesados junto al expresidente en virtud de una ley vigente en Georgia sobre la delincuencia organizada que se suele usar contra las pandillas y prevé penas de entre cinco y 20 años de prisión.
El día de la acusación, Willis dijo que los 19 imputados tenían hasta el viernes 25 de agosto para entregarse.
Varios de ellos ya se entregaron voluntariamente ante las autoridades de Georgia, entre ellos el exabogado de Trump y exalcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, que lo hizo ayer.
«El presidente nunca debería haber sido acusado. Es inocente de todos los cargos que se le imputan. Esperamos que el caso sea desestimado o, si es necesario, que un jurado imparcial y de mente abierta declare al presidente inocente», argumentó el flamante abogado de Trump, Steven Sadow.
La investigación comenzó por una llamada telefónica de enero de 2021 -cuya grabación se hizo pública- en la que Trump pidió a un funcionario local de Georgia que «encontrara» unas 12.000 boletas a su nombre que le faltaban para ganar los 16 electores de Georgia.
Un gran jurado reunido en Atlanta aprobó la inculpación el 15 de agosto pasado después de que los testigos convocados por la fiscalía declararan durante toda la jornada.
La fiscal Willis fue quien creó este panel de ciudadanos con poder para investigar si había pruebas suficientes para acusar a Trump, en particular por fraude e interferencia electoral.
Este caso añade un nuevo frente judicial a los tres que tenía el exmandatario, inmerso en la campaña para las primarias del Partido Republicano, en las que se ubica como candidato principal.
Fuente: Télam