Dic 06 2024
Dic 06 2024

El ajuste no era para todos

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Por Fabián Waldman

El Gobierno desestimó en varias ocasiones la posibilidad de devaluar el peso, como aconsejan algunos economistas ortodoxos. El tema ocupó gran parte de la reunión de gabinete.

«No vamos a devaluar». El vocero presidencial, Manuel Adorni, respondió de esta manera sobre las expectativas creadas alrededor de esta posibilidad y el pedido en tal sentido que, entre otros, hizo el ex ministro de Economía Domingo Cavallo.

Es una frase conocida en la historia argentina, hermana de «el que apuesta al dólar pierde«, pronunciada por Lorenzo Sigaut cuando se desempeñó al frente del Palacio de Hacienda durante el gobierno del dictador Roberto Viola en 1981. Pocos días después, devaluó el peso argentino un 30%.

Las exigencias de los sectores concentrados que pujan en el mercado por la actualización cambiaria puso en evidencia los flancos débiles del programa económico de Luis Caputo.

La reunión de gabinete llevada a cabo este martes transitó la situación económica y financiera. Las discusiones dentro de la Casa Rosada se dieron en torno a la oportunidad y efectividad de la conferencia brindada por Caputo y Santiago Bausili, presidente del Banco Central, el viernes pasado. Mientras se escuchan en los pasillos de la Rosada algunas críticas por la falta de respuestas generadas frente a las expectativas creadas en el prime time, con rumores que hablaban, por ejemplo, de la salida del cepo cambiario, desde otro sitios oficiales lo calificaron como un anuncio histórico y trascendente para el país. Al mismo tiempo, esgrimieron otras razones por las cuales no es significativo el tembladeral con el dólar en $1.430, el Riesgo País por sobre los 1.513 puntos y la caída de las acciones alrededor del 10%. Todas son situaciones similares a las vividas en los últimos gobiernos desde Cristina Kirchner pasando por Mauricio Macri y Alberto Fernández. El Gobierno dice que esta vez es diferente y, como tal, no repetirá ni volverá a aplicar las mismas medidas que ya fracasaron. La memoria trae la devaluación llevada a cabo por el entonces ministro de Economía y candidato presidencial Sergio Massa: un 20% el 14 de agosto, el días posterior a las PASO de 2023.

La explicación brindada desde Gobierno a la escalada del dólar y la caída de las acciones habla de «la típica volatilidad que se produce frente a un escenario de excesivas ganancias de estos meses». A confesión de parte, relevo de prueba: hay sectores de la economía argentina que se llevan la porción del león. El ajuste no es para todos, como varias veces reiteró el vocero Adorni en sus contestaciones. Tampoco el Gobierno se plantea ir por esas ganancias extraordinarias. El presidente Javier Milei también insistió en su intención por no devaluar para no sumir en la pobreza al resto de la población.

La Patriada Web consultó a varias fuentes acerca si es posible devaluar y contener sus efectos negativos. Contestaron que la única manera de hacerlo sería «darle a la maquinita«, la emisión de moneda, un recurso que duraría solo dos o tres meses y aumentaría nuevamente el déficit fiscal. Tampoco van a ir contra los beneficiados del ajuste para calmar las necesidades de los necesitados, pues para los libertarios la economía no es un juego de suma cero. Además, en La Libertad Avanza (LLA) consideran que la riqueza se puede crear sin que sea en perjuicio de los otros. Lamentablemente, la riqueza es finita y si los ingresos no se invierten en un producto, entonces se consumen en otro. Ajustar para mantener el déficit cero muestra una de sus variables como constante y muy pocas fichas para mover. Milei plantea, para sostener la hipótesis, que todo cambio genera incertidumbre hasta que los agentes económicos se adecuan al nuevo escenario.

“Lo peor de la crisis ya pasó”

A pesar del cierre de empresas y el aumento de los despidos, el Gobierno no varía su mirada sobre la actualidad. «Era algo previsto por Milei. Lo había anticipado durante la campaña, al igual que los despidos en el Estado», responden sobre esta definición.

La clave para destrabar la economía, afirman los economistas ortodoxos, es la salida del cepo. La fecha para lograrlo se ha ido aplazando y ahora se menciona que sería a fin de año.

«Se necesitan 10.000 o 12.000 millones de dólares para salir del cepo”, afirmaron las fuentes. De lo contrario, sin esa cifra, «quedaría de lado al 50% de los argentinos».

Recién ahora empezaron las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), indican en el Gobierno, ratificando lo indicado por Caputo y Bausili. En el CV del ministro de Economía se destaca la capacidad de negociar préstamos. Esa fue la razón de su incorporación al gabinete.

Sin embargo, antes de ganar las elecciones la opinión de Milei sobre Caputo no era muy buena. En 2018, afirmaba: «Se fumó más de 15.000 millones de dólares de reservas irresponsable e ineficientemente». La paradoja del destino de Caputo, conocido como el “Messi de las finanzas”, es que busca ahora conseguir la misma cifra en dólares entre los organismos internacionales.

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