El presidente Javier Milei decidió cerrar el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA) en el término de un mes con la excusa de «garantizar una mejor utilización de los recursos del Estado».
El Gobierno dispuso oficialmente, en el término de un mes, la disolución del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA) con el objetivo de «garantizar una mejor utilización de los recursos del Estado y evitar la duplicación de funciones».
La medida había sido anticipada a principios de octubre por el ministro de Economía, Luis Caputo, y fue ratificada este jueves mediante el Decreto 1020/2024 publicado en el Boletín Oficial con las firmas del presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el propio titular de la cartera económica.
Para el Poder Ejecutivo, «en el contexto actual resulta necesario reducir la superposición de funciones entre diversos entes, garantizar una mayor coordinación en las políticas de administración de los recursos hídricos y promover una gestión más ágil y centralizada de las obras y proyectos hídricos».
En ese sentido, Milei remarcó en la resolución que es «prioritario» para su gobierno «optimizar los recursos del Estado, asegurando la eficacia, eficiencia, economía y sencillez en la implementación de los objetivos estratégicos de la gestión”.
El cierre del ENOHSA estaba contemplado en la Ley Bases respaldada políticamente en el Congreso por los partidos de la oposición aliados a Milei.
La norma contempla «la reorganización, modificación o transformación» de los órganos u organismos de la órbita estatal.
Cuando adelantó la disolución del Ente, Caputo había asegurado que era «un antro de corrupción«, aunque lo dijo sin aportar una sola prueba.
Caputo se jactó, además, de haber reducido el personal del organismo de 358 trabajadores a 234.