Los «Vouchers Eductativos” son una subvención del 75% o más y una cuota que no supere los $54.396. Por mes podría demandarle al Estado unos 54.300 millones, mientras que el FONID, que se niegan a pagar, costó en 2023 alrededor de 27.750 millones mensuales.
El gobierno nacional oficializó el subsidio a las familias que envían a sus chicos y chicas a escuelas privadas. Lo hizo a través del Ministerio de Capital Humano con un comunicado que llevó de título: “Vouchers educativos para la clase media”. Es una subvención del 75% o más y una cuota que no supere los $54.396 y aplica tanto para nivel inicial, primario y secundario.
Con esta medida quedan en evidencia algunos mitos libertarios, como por ejemplo que el Estado sí se podía meter y subsidiar a sectores, o que la educación pública no era prioridad; y efectivamente que sí había plata.
Fuentes gubernamentales indicaron que las familias tendrán acceso al 50% del valor de la cuota de jornada simple, en función de la cuota base (marzo 2024) para mayo, junio y julio. Así, quedan exentas las actividades extraprogramáticas. De esta manera, el voucher tendrá un tope de $27.198 por hijo, aseguraron.
Según datos provisorios de la Secretaría de Educación, que fue parte de este lanzamiento, los vouchers educativos podrían alcanzar a casi 2 millones de chicos que asisten a más de 6.000 escuelas en todo el país y cuyos padres tengan un ingreso familiar menor a siete veces del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM), que actualmente es de $202.800.
Las familias que quieran acceder al beneficio deberán completar un formulario disponible en argentina.gob.ar, desde el 3 hasta el 30 de abril, donde deberán incluir el CBU donde se acreditará el dinero e informar el establecimiento educativo.
Esta medida generó indignación en diferentes sectores debido a que la administración de Javier Milei desistió de pagar el Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) con el que históricamente se abona un porcentaje del sueldo de las maestras y los maestros del sector público de la Argentina, y en cambio avanzó en subsidiar a las familias del sector educativo privado, por un monto que puede superarlo con creces.
El FONID demandó en 2023 un presupuesto de $ 333 mil millones en todo el año. Es decir, unos 27.750 millones por mes. En comparación, el pago de las familias del sector privado educativo podría llegar a demandar hasta 54.300 millones por mes.
Además, si se tiene en cuenta que está destinado a colegios privados con 75% de aportes estatales, esta fenomenal transferencia de ingresos no solo subsidiará a las familias, sino que terminará cubriendo de manera indirecta en su totalidad (o más) los costos de los propios establecimientos, mientras la educación pública vive una situación de ajuste, recortes en salarios, equipamientos y paralización de la infraestructura. Al parecer en la Argentina actual plata hay, la cuestión es qué se prioriza.